"Y llegó la música a casa...". Con este mensaje, Fabiola Martínez ha mostrado a sus miles de seguidores cómo su hijo Carlos, el pequeño de la familia, sigue los pasos de su padre, Bertín Osborne. Frente al piano e interpretando 'Claro de Luna', de Beethoven, demuestra sus dotes con este instrumento, en el que trabaja muy duro. "Practicar, practicar y practicar... 'Mamá hasta que no me salga bien no paro'. Cabezota como mamá y yo con la baba caída!!! 😍", han sido las otras palabras con las que la venezolana mostraba su orgullo de madre.
Esta no es la primera vez que vemos al pequeño, de diez años, demostrando su arte. La mujer de Bertín ha compartido varios vídeos en los que podemos ver a Carlos entonando a la perfección los temas 'Teléfono', de Aitana, o 'I don't know my name', de Grace Wanderwaal. Con ellos, comprobábamos cómo el hijo pequeño del matrimonio parece haber heredado el talento de su padre.
El presentador de Mi casa es la tuya cuenta con más de 25 discos en el mercado, el último de ellos, Yo debí enamorarme de tu madre, y su pasión por la música es algo con lo que sus hijos e hijas han convivido siempre, aunque parece que sólo el benjamin de la familia es el que se anima a seguir los pasos de su progenitor y demostrarlo públicamente.
Orgulloso de su familia, el cantante asistía hace unos días al programa Sálvame Deluxe para hablar de sus nuevos proyectos profesionales y de los suyos. El artista se emocionaba al hablar de su hijo Kike. A pesar de que tanto él como su esposa, siempre tratan de afrontar la situación con positividad, algo a lo que también contribuye el niño con su admirable actitud y espíritu de superación, hay algo que no les deja dormir por las noches: pensar qué será de él cuando ellos falten.
Además, destacó la fuerza de su hijo mayor, que “ni llora, ni se queja” tras pasar por quirófano el pasado mes de enero para corregir un problema en sus piernas, operación que se complicó más tarde al fracturarse el femur, lo que le obligó a pasar un fin de semana en la UVI."Fue muy duro, llevaba ya dos meses con la operación enorme que le hicieron: ocho horas, 19 cortes, músculos, tendones... Quedó muy bien y le pusieron dos escayolas. Cuando se las quitaron empezó a hacer rehabilitación y, de repente, un día empezó a chillar”, relató Bertín sobre la última intervención quirúrgica del niño.
