Consigue una cintura más fina con los 5 ingredientes mágicos que reducen la tripa

Los carbohidratos y las grasas también están incluidos en esta lista de la compra 'efecto vientre plano'

Por Mariana Chacón

Las primeras recetas en las que casi todo el mundo piensa cuando quiere adelgazar suponen incluir una dosis extra de verduras y reducir el consumo tanto de grasa como de hidratos de carbono, la sorpresa es que puede que esta fórmula no sea del todo correcta. A través de diversos estudios, la ciencia ha demostrado los superpoderes que esconden algunos de los alimentos cotidianos: como la guayaba, una fruta detoxifivante que ayuda a prevenir las digestiones pesadas; o la avena, el desayuno al que se han aficionado las más deportistas con un gran efecto saciante. Pero también hay ingredientes que favorecen un vientre plano y, sorprendentemente, no encajan para nada en la definición de 'comida ligera'. Aguacates, frutos secos, lentejas... descubre los imprescindibles de tu menú de septiembre si quieres deshincharte tras los excesos veraniegos. 

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Lejos de tratarse de una cuestión de vanidad, tener un vientre plano es sinónimo de salud pues existen muchas enfermedades ligadas a un exceso de grasa abdominal. Para seguir la dieta de la cintura de avispa, la ciencia señala a los 5 alimentos que nunca deben faltar en tu lista de la compra, ingredientes conocidos por su capacidad para reducir la inflamación, eliminar la retención de líquidos o reducir el tipo de colesterol conocido como 'malo'. Aguacate, lentejas, salmón, frutos secos y harinas integrales, los reyes de tus platos para reducir la tripa, presumir de tipazo y cuidarte desde dentro para tener una salud de hierro:

1. Aguacate

Los aguacates se han convertido en uno de los superalimentos con mejor fama de los últimos años y muchas celebrities los toman para prevenir el envejecimiento prematuro gracias a su riqueza en el tipo de grasas 'buenas'. Este fruto contiene antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales como el potasio, famoso por su acción detoxificante. Además, en una investigación publicada por la American Society for Nutrition, se descubrió tras estudiar a 111 personas durante 3 meses que aquellas comieron aguacate redujeron el porcentaje de grasa abdominal, al contrario que las que no lo tomaban, que no notaron ningún cambio en este aspecto. 

2. Lentejas

Aunque las lentejas se asocien a una comida contundente y no a tener un vientre plano, lo cierto es que la ciencia ha demostrado justo lo contrario mediante un estudio publicado en la revista especializada Obesity Society. Durante esta investigación se comprobó la eficacia de añadir fibra soluble en la dieta para reducir la grasa abdominal: por cada 10 gramos de esta fibra decrecía la acumulación de grasa en esta zona un 3,7%. Una taza de lentejas aporta unos 14 gramos de fibra y también es fuente de proteínas, dos propiedades con las que también consiguen que te sientas saciada por mucho tiempo. 

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3. Salmón

Ni pollo ni pavo, la proteína de origen animal que más ayuda a reducir 'tripita' es el salmón salvaje. La razón es que numerosos estudios han descubierto que un déficit de vitamina D en sangre es sinónimo de problemas óseos y está ligado a un aumento del porcentaje de grasa en el cuerpo en general y de la sección abdominal en particular. Y la buena noticia es que unos 100 gramos de salmón aportan el 80% de la cantidad diaria de vitamina D recomendada. 

4. Frutos secos

¿Sabías que científicos del gobierno estadounidense han descubierto que los frutos secos ayudan a tener un vientre plano? Según los datos que extrajeron de los hábitos de alimentación de los ciudadanos, aquellos que tomaban unos 10 gramos de 3 tipos diferentes de frutos secos al día tenían una cintura más estrecha que los que no lo hacían. Pistachos, nueces, almendras, anacardos... el snack ideal para prevenir el hambre entre horas y también el mejor añadido a las ensaladas veraniegas. 

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5. Harinas integrales

El quinto y último integrante de esta lista con la que mantener el vientre plano está presente en el pan, el arroz o la pasta, eso sí, en su variedad integral. La prueba de su efectividad la demostraron los 2.800 participantes del Framingham Heart Study de la Universidad de Boston, quienes tomaron este tipo de alimentos y vieron reducida la grasa visceral y viceversa, aquellos que tomaban harinas blancas comprobaban cómo aumentaba. Eso sí, en este caso siempre hay que recurrir al control de porciones para no disparar la cantidad de calorías que se consumen a diario: tomar menos en días poco activos y al contrario.