Le llaman "el gas de la vida", un apelativo que no podría ser más acertado. Por su capacidad regenerativa en los tejidos, el oxígeno resulta vital para todas las funciones del cuerpo humano, pero también para mantener una piel joven y un cabello bonito. Sí, también tu pelo se puede ver beneficiado por el O2. No son pocos los centros de belleza que incluyen entre sus protocolos la oxigenoterapia, un tratamiento antioxidante basado en la aplicación de oxígeno puro que ha saltado del campo sanitario a la estética, cabello incluido. Así, se convierte en una buena opción si buscas una melena sana, fuerte y llena de vida, ya que el oxígeno hidrata, nutre y recupera la textura del cabello. Gracias a este tratamiento, aumenta la fuerza, la elasticidad y el crecimiento del pelo, le aporta brillo y manejabilidad, y, sorprendentemente, se retrasa la aparición de las canas. María Sánchez, portavoz de Oxy Capilar, nos explica los beneficios de este tratamiento que puede echarte una mano cuando tu cabello necesita un extra de energía.
¿Qué le aporta a nuestro pelo?
Con la aplicación del oxígeno directamente sobre el cuero cabelludo conseguimos una limpieza en profundad del folículo, promoviendo de esta forma el crecimiento del cabello, así como la penetración del sérum que, después, aportará los nutrientes necesarios para mejorar la calidad del pelo.
¿Mejor en invierno?
El frío exterior, los constantes cambios de temperatura con los sistemas de calefacción y los químicos que utilizamos a diario afectan a las condiciones de nuestro cuero cabelludo y de la fibra capilar, resecan el cabello e incluso podemos llegar a sufrir descamación del cuero cabelludo. Por eso, este protocolo nos ayudará a mantener una buena hidratación y así sufrir menos los estragos provocados por el clima. Aunque realmente estos mismos cuidados, deberemos tenerlos en cuenta para otras temporadas del año, como el verano, cuando estamos expuestos a un excesos de sol, de cloro...
¿Qué tipos de pelo se benefician más?
Todos, pero especialmente los cabellos debilitados, con falta de brillo y fuerza notarán rápidamente un cambio. También retrasaremos la aparición de canas resaltando el tono natural de nuestro pelo.
El protocolo, paso a paso
Lo ideal es realizar el tratamiento después de un lavado con BeOxy Shampoo, ya que cuenta en su composición con un ligero exfoliante enzimático que nos ayudará a que el cuero cabelludo esté más limpio y receptivo a los activos del tratamiento. Se continúa separando mechones del cabello y trabajando por partes sobre la raíz. Aunque a veces lo olvidemos, como el resto de nuestra piel, el cuero cabelludo también necesita de cuidados especiales. Se aplica el sérum con la ayuda del oxígeno para una mayor penetración. Después, se realiza un último paso con movimientos mediante el manípulo de sellado aplicando oxígeno para estimular la circulación sanguínea. Para terminar, aplicamos el tónico con un relajante masaje sobre el cuero cabelludo.
¿Se puede combinar con otros tratamientos?
Por supuesto. Es un tratamiento que actúa por sí solo, pero formaría un buen tándem también con tratamientos como las infiltraciones de plasma o incluso para preparar el cuero cabelludo antes de un implante o simplemente un cambio de look.
¿Es útil contra la caída del pelo?
La experta así lo afirma, y explica que no debemos olvidar que al mantener sano, limpio y fuerte nuestro cuero cabelludo, esto impactará de manera notable en la salud de nuestro cabello haciendo que esté mucho más fuerte y brillante y disminuyendo su caída.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
La recomendación es una sesión semanal para obtener los mejores resultados. En algunos casos se pueden conseguir resultados satisfactorios sólo con 4 sesiones, mientras que en otros quizás se necesiten hasta una docena, dependiendo del tipo de cabello y de los daños que ya tenga. Al finalizar, se recomienda una sesión de mantenimiento cada mes o dos meses. Es importante acudir con el cabello previamente lavado y libre de sprays, cremas, ceras o cualquier otro tipo de producto para que el tratamiento sea efectivo.
