Si ya tienes la gran fortuna de lucir piel bronceada, hoy estás más que nunca de suerte porque vamos a contarte cómo resaltar aún más ese tono dorado con la ayuda de un cosmético que se ha convertido en indispensable en nuestro neceser: el iluminador. Y quién mejor que los expertos en maquillaje para detallarnos cómo realzar el dorado con ese efecto glow. Para Eliecer Prince, make up artist de Guerlain, este producto es uno de los indispensables para el verano: “Cuando estamos más bronceadas, lo que solemos hacer al maquillarnos es apagar el tono de nuestra tez. Por eso es importante utilizar un iluminador que sea sobre todo muy coherente con el tono de nuestra piel. Así, si eres cálida deberías utilizar aquellos de tonos amarillos. Si eres fría, lo ideal son en tonos más rosáceos. Si las personas frías utilizan tonos más cálidos como un gold o bronze que contienen amarillo, suele pasar que lucen muy maquilladas y la tez luce apagada. Y mientras, a las que son cálidas, utilizar un tono demasiado rosado hace que su piel se vea grisácea y que luzca como con manchas”, nos cuenta.
En lo que coinciden todos los expertos es que son una buena alternativa -o en ocasiones aliados- a los polvos de sol. "Muchas veces caemos en el error de broncear en exceso el cutis con polvos mate. Este gesto crea un efecto indeseado de envejecimiento, sobre todo en pieles maduras. En su lugar, apuesta por iluminadores claros y naturales que te aporten ese look fresco, joven y saludable", explica la maquilladora Flaviana Grecu, quien cuenta que “iluminar con las técnicas adecuadas de maquillaje es un paso básico para brillar este verano. No se trata de iluminar todo el rostro por igual, es importante conocer las zonas que necesitan ese toque de luz para conseguir un brillo natural”.
La importancia de elegir bien la textura
La maquilladora Eva Escolano nos habla además de la importancia de elegir bien la textura. “Cuando llega el verano, queremos lucir el bronceado y que nuestra piel se vea jugosa. Para ello podemos utilizar iluminadores fluidos o en polvo. La diferencia está es que los fluidos dan la sensación de una mayor hidratación y frescor”, nos detalla la experta, quien nos explica que nos encontramos ante una gran variedad de tonos y “si estamos muy morenas, es mejor utilizar un tono dorado o bronce y si somos más blanquitas, elegir tonos nacarados y rosados, aunque a veces también podemos mezclarlos”. Su recomendación en cualquier caso es utilizar estos formatos en polvo en el caso de que no nos guste tener la sensación de rostro cremoso. Y basándose en su propia experiencia, Eva Escolano recomienda su uso más allá del rostro: “Quedan realmente bonitos sobre los hombros, aplicados con movimientos circulares y en los huesos de las clavículas. También las piernas pueden lucir luminosas si aplicamos el iluminador justo sobre el hueso desde la rodilla al empeine, como una línea que las realza y estiliza”.
Trazar una C o una cruz
Llega el momento de aplicarlos correctamente. Para Eliecer Prince, make up artist de Guerlain, “la letra mágica cuando se trata de iluminar tu rostro es la C. Comienza por la parte alta del pómulo, bordea el extremo de las cejas dando un pequeño toque de luz en la parte alta, y si se deseas un acabado más sofisticado, realiza una ligera impresión en el arco de Cupido y el tabique de la nariz”. El maquillador Gabriel Llano, por su parte, nos cuenta que recurre tanto a los polvos de sol como al iluminador para potenciar el dorado. "Cuando se quiere resaltar un poco el bronceado, aparte de dar puntos de luz en frente, nariz, barbilla y la zona alta del pómulo (trazando una cruz), con unos polvos de sol refuerzo y contorneo en las esquinas de la frente, la zona alta del rostro, el pómulo, el arco de la nariz e incluso en la zona del mentón. Se da así un poco más de fuerza al tono. Para remarcar un poco esos puntos de luminosidad, puedes recurrir a productos fluidos de efecto glow en la zona superior del pómulo", concluye.
