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Es de sobra conocido el poder de la máscara de pestañas para conseguir que los ojos parezcan más abiertos y la mirada más descansada. Es por eso que este sencillo gesto se ha convertido en un paso casi obligatorio antes de salir de casa cada mañana y ahora que la mascarilla sanitaria centra toda la atención en este rasgo... todavía más. Aunque es cierto que para lograr un efecto apertura total este cosmético continúa siendo insustituible, Irina Shayk ha encontrado la forma de imitar muchos de sus beneficios con un truco con el que se agiliza (mucho) el momento de desmaquillarse al final del día. Gracias a un toque de sombra de ojos en todo el perímetro de la mirada, la rusa se arregla en tiempo récord y con un acabado mucho más natural de lo que imaginas, de hecho, puede que haya descubierto la rutina no makeup definitiva.
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Sí, es cierto que aplicar máscara de pestañas tanto en las superiores como en las inferiores abre, define y destaca la mirada como ningún otro producto, pero para aquellas que prefieran un resultado más natural sin perder ni un ápice de sofisticación, Irina utiliza un truco tanto para sus compromisos profesionales como para estar en casa: aplicar sombra de ojos en la base de ambos párpados (tanto el superior como el inferior). Gracias a este gesto tan simple, la supermodelo esconde la falta de sueño, aumenta el tamaño de los ojos gracias a un efecto óptico y hace que el verde del iris se vea aún más intenso.
Para imitar a la rusa, en lugar de utilizar una sombra oscura ella consigue un efecto más natural con un tono tierra rojizo que también esconde las ojeras gracias a la teoría de los colores complementarios. La explicación es sencilla, las bolsas y ojeras hacen que la piel de alrededor de los ojos se vea de un color azul violáceo y el naranja es la tonalidad que lo contrarresta. Además, al elegirlo con un claro matiz marrón-rojizo logra un acabado más natural y el look ideal para salir de casa con los ojos más abiertos y más bonitos sin aplicar máscara de pestañas.
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Aparte de la sombra de ojos, otro de los secretos del look de Shayk con el que dar profundidad a la mirada sin necesidad de aplicar máscara de pestañas consiste en la técnica del tightlining, un gesto que los profesionales utilizan para enmarcar la mirada pasando un lápiz de ojos negro - o marrón para un resultado aún más natural - entre las pestañas (superiores e inferiores).
La razón por la que funciona tan bien para intensificar la forma de este rasgo facial es que tiñe ligeramente la base de las pestañas sin el efecto algo más artificial que se consigue al maquillarlas desde la raíz hasta las puntas. Tan natural es el acabado, que la maquilladora de celebrities Kira Nasrat se atribuye el descubrimiento y asegura que ya practicaba el tightlining de adolescente, cuando su madre no dejaba que se maquillara. Y ahora es Irina Shayk la que se declara una fiel seguidora de este tip tal como demuestra en las fotos que sube a sus redes.
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