La recta final de la séptima edición de MasterChef está cada vez más cerca. Tras once programas en los que los jueces han demandado a los aspirantes un cada vez más alto nivel, Samantha Vallejo-Nágera, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez anunciaban el nombre de los cinco semifinalistas de esta edición, Valentín, Aleix, Aitana, Teresa y Carlos, que la semana próxima lucharán por conseguir un hueco en la gran final. La deliberación de los chefs dejaba fuera del programa a Samira, que colgaba el delantal con lágrimas en los ojos, pero agradecida de haber tenido la oportunidad aprender y participar en el programa. Todo ello se produjo después de una emotiva noche marcada por la visita de los familiares de los aspirantes, que les ayudaron a preparar sus postres favoritos durante la primera prueba. La mejor repostera fue Teresa, que ganó la capitanía del equipo rojo, además de un puesto de trabajo en el restaurante AbaC de Jordi Cruz, en Barcelona. Valentín fue el segundo mejor y se encargó de liderar a Aitana y Aleix en el equipo azul; mientras que Carlos y Samira cocinaron con Teresa.
La prueba de exteriores se produjo en la Clínica Dermatológica Internacional de Madrid, donde las formaciones prepararon un menú "dermosaludable" supervisado por uno de los doctores del centro. Los nervios y las prisas volvieron a invadir los fogones y, después de que ninguno de sus platos consiguiese salir a mesa, Teresa, Carlos y Samira fueron enviados a la prueba de eliminación.
En este último reto los jueces jugaron a la "ruleta de los olores" con los nominados. Los aspirantes debían identificar el ingrediente que se encontraba oculto bajo una serie de campanas y cocinar solamente con aquellos que lograsen identificar por su olfato. Teresa, que conseguía el delantal dorado la semana pasada, volvía a librarse de la expulsión tras el veredicto de los jueces, que no dudaron en criticar el nivel y el resultado de los platos de Carlos y Samira. "Ninguno de los dos habéis estado a la altura de Teresa, aunque nos ha sorprendido para bien vuestra manera de emplatar", decía Pepe, antes de añadir que la joven cocinera se quedaba a las puertas de la final.
Cuando los jueces de MasterChef terminaron de completar sus equipos en el casting, Samira no se encontraba en ninguno de ellos. Sin embargo, la concursante tuvo la oportunidad de entrar en el talent de cocina para sustituir a Josecho, el aspirante más veterano de esta edición, que sufría durante las grabaciones una aparatosa caída por la que tenía que despedirse del concurso.
