Tomar té es una costumbre Británica que empezó en el siglo XVIII y que forma parte de las tradiciones del país. Tomar té, acompañada de pequeños sandwiches y galletitas, a las cuatro de la tarde, se convirtió en un ritual de la alta sociedad. Después de la Revolución Industrial, se generalizó y cambió su horario, a las cinco, para que la clase trabajadora pudiera disfrutar de esta tradición que hoy por hoy también se practica en otros países.
Es una excelente excusa para reunirnos con amigos y alargar las comidas pre navideñas, pero es importante tener en cuenta la decoración para la mesa y elegir los condimentos necesarios para hacer de este momento algo especial y delicado. Teteras de diseño, vajillas de porcelana decoradas y en este caso el uso de colores en combinación con el entorno relajado y no tan formal.
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Para crear el total look podemos incluir un set de pastas, platillos de postre a juego o bien mezcla de colores para darle un tono alegre. Jugar con el color de la pastelería le dará un toque diferente. Los macarons son unos pastelitos rellenos tradicionales de la cocina francesa, hechos con clara de huevo, almendra molida, azúcar glás y azúcar. Estos pastelitos se presentan en diferentes colores que nos pueden servir para complementar la decoración y su gran variedad de sabores da lugar a que cada bocado cree una sensación especial.
Hoy en día, la hora del té va más allá que solo crear nuevas mezclas de hierbas o frutas de diferentes sabores. Existe un protocolo a la hora de buscar el estilo así como de servirlo. Según el protocolo, el anfitrión deberá servir el té por la izquierda y retirarlo por la derecha una vez terminado. Siempre en el mismo lugar de la mesa, nunca pasando las tazas de mano en mano. A menos de que el invitado diga lo contrario, lo correcto es que la bebida alcanza los tres cuartos de la taza.
Esta decoración en concreto acompaña a la mesa de Acción de Gracias y por lo tanto dentro de que la mesa de té y dulces debe de estar decorada dado que la performance de dicha mesa era recargada cabe contrastarla con un punto medio ya que al igual que en la moda muchas veces impera el menos es más, esto también debe aplicarse a la hora de presentar nuestras mesas.
