Ingredientes
- 600 g calabacín
- 1 ud puerro
- 1 ud dientes de ajo
- 300 g queso fresco
- 500 ml leche
- 200 ml caldo de ave
- Aceite de oliva
- 1 hojas perejil rizado fresco
- Sal
- Pimienta negra
- 50 g avellanas
Preparación
- Lo primero que tenemos que hacer es lavar y secar bien el calabacín. Si quieres puedes quitarle la piel pero se recomienda comerlo con piel, pues es ahí donde se encuentran la mayoría de nutrientes. Reservamos.
- Seguidamente lavamos el puerro y lo picamos bien picadito. Hacemos lo mismo con el ajo.
- En una cazuela con 3 cucharadas de aceite rehogamos primero los ajos hasta que empiecen a dorarse y después añadimos el puerro y una pizca de sal y cocinamos durante unos 5 minutos removiendo de vez en cuando. Ten cuidado porque el puerro tiende a quemarse rápidamente.
- Troceamos los calabacines y los echamos en la cazuela y rehogamos durante otros 5 minutos.
- Incorporamos la leche y el caldo y lo llevamos a ebullición. Cuando dé el primer hervor, bajamos el fuego, y lo cocinamos unos 15 minutos.
- Añadimos casi todo el queso fresco de cabra cortado en daditos y cocemos 5 minutos más. Reservamos unos pedazos de queso para decorar el plato.
- Una vez cocinado todo el conjunto, trituramos en la batidora, pasamos por el chino y rectificamos de sal y pimienta.
Presentación
- Servimos en platos o boles individuales y acompañamos del resto del queso fresco, unas gotas de aceite y de unas avellanas tostadas que le darán un punto 'crunchy' muy divertido y original.