El origen de esta preparación es inglés. En Inglaterra tradicionalmente se servía a la hora del té acompañado de scones, unos pequeños bollitos de pan, elaborados con harina de trigo, centeno o avena, mantequilla y levadura, que suelen tomarse templados y abiertos por la mitad.
La textura cremosa del lemon curd es perfecta para el relleno de tartas, pasteles, cupcakes... y hay a quien le gusta simplemente untada en una rebanada de pan. La palabra curd significa, literalmente, flan o cuajada, mientras que custard es la crema pastelera.
Sin embargo, cuando nos referimos al lemon curd, lo hacemos a esa crema de limón que llevan diferentes elaboraciones dulces, en la que se sustituye la leche por zumo, habitualmente de limón. Tiene una explicación. La receta original era simplemente crema de leche a la que se añadía limón para cortar, de modo que se formaba una especie de cuajada. Pero con el paso del tiempo evolucionó hacia esta crema que es nuestra protagonista y que puedes comprar ya preparada, pero nada como una versión casera.
Los ingredientes del lemon curd
Para llevar a cabo esta técnica necesitas pocos ingredientes. Lleva huevos -hay quien los pone enteros y quien sólo opta por las yemas-, azúcar, mantequilla, zumo y ralladura de limón. No te recomendamos añadir harina de maíz, aunque la verás en algunas recetas. Te ayudará a espesar la mezcla pero si pones la temperatura del fuego adecuada, no dejas de remover y pones las cantidades adecuadas, no la necesitarás para nada.
Aunque es verdad que la receta original se hace con limón, podemos preparar el curd con otras muchas frutas, especialmente aquellas que podamos convertir en zumo y rallar su cáscara para aromatizar nuestra crema. Así que no es raro que veas preparaciones con naranja, lima, mandarina, etc. De hecho, al final, te ofrecemos varias de estas recetas.
Cómo hacer lemon curd en 10 pasos
- Primero tendrás que lavar bien la fruta elegida (vamos a centrarnos en el limón, que para eso da nombre a la técnica). Sécala bien, exprime su zumo y ralla su piel.
- A continuación hay que batir los huevos (puedes usarlos enteros o solo la yema, en cuyo caso tendrás que poner más cantidad) muy bien batidos.
- En un bol, echa el zumo bien colado, la ralladura y los huevos batidos. Ahora es el momento de añadir el azúcar y esto va un poco según lo dulces que te gusten las cosas, aunque tampoco hay que pasarse.
- Aquí podrías añadir la mantequilla derretida y mezclar todo, pero es mejor, aporta más brillo y textura, si la dejamos para después, una vez que nos haya espesado la mezcla y la hayamos retirado del fuego.
- Puedes poner la mezcla directamente en un cazo a fuego bajo -es más rápido y tienes que controlar que la temperatura no supere los 70ºC- pero es mejor hacerlo al baño María, que es un fuego menos directo, más controlado y suave. También es posible prepararla con un robot de cocina o en el microondas.
- La clave de esta crema es no parar de remover con una varilla mientras está en el fuego -entre 8 y 10 minutos-, para que se vaya formando una textura entre unas natillas y una salsa mayonesa. Ese es el momento en el que hay que retirarla, aunque el tiempo dependerá según la textura que busques, más o menos densa.
- Nuestro consejo ahora es colar la crema, aunque podrías dejarla tal cual, pero te quedará mucho más fina. Eliminarás cualquier posible grumo y también la ralladura, que ya nos ha aportado el aroma deseado.
- Y es ahora cuando agregamos la mantequilla y removemos para que se derrita, con el calor que mantiene la crema. Hay que disolverla por completo hasta que esté completamente integrada.
- El paso siguiente es taparla con un papel film, de forma que el plástico toque la crema (esto se llama 'a piel'), para que no se forme una costra. Primero, la dejas enfriar a temperatura ambiente, para meterla en la nevera después y dejarla un par de horas.
- Si no la vas a usar en ese momento, la puedes conservar en la nevera dentro de unos tarros de cristal cerrados herméticamente con tapa y te aguantará durante un mes.
Para qué se usa el lemon curd
La receta más popular con esta crema es la tarta de limón, con base de pasta brisa, lemon curd y merengue. Esa que se gratina o se dora con un soplete. Pero los usos son muchísimos: sobre una tarta de queso, como relleno de un pastel, entre dos galletas, como parte de una gelatina, acompañando a diferentes tipos de queso... ¡lo que se te ocurra!
Nosotros, te hemos preparado una selección de 7 recetas con lemon curd. Algunas llevan limón pero otras las hemos hecho con diferentes frutas. ¡Haz clic en las imágenes y disfruta de ellas!
