¿A quién no se le hace la boca agua con estas recetas gratinadas?

Te ofrecemos algunos ‘tips’ muy sencillos para que tus platos al gratén sean… ¡de diez!

Por Iraide Almudí

Cubrir los alimentos con una capa de queso u otras salsas que se somete a calor directo, dando lugar a una costra de sabor muy agradable… ¡¡por no decir absolutamente irresistible!! Quizá el final de esta definición de ‘gratinar’ no sea el más canónico. ¿Pero acaso no es real como la vida misma?, ¿acaso no es cierto que esa costra que envuelve los alimentos, haciendo que estos no pierdan sus jugos, acaba convirtiéndose muchas veces en la parte más rica de la receta?...

Efectivamente, los bocados al gratén forman parte de ese grupo de platos a los resulta casi imposible no querer hincarles el diente en el momento que salen, aún humeantes, del horno. Es por ello que hoy queremos contaros algunos consejos y curiosidades sobre esta técnica de cocina, además de ofreceros algunas recetas muy sencillas para que la pongáis en práctica:

  • Quizá lo primero que conviene aclarar es que el gratinado no es una técnica de cocción en sí misma, sino un terminado para preparaciones ya cocidas y calientes. El objetivo es, como decíamos, crear una corteza crujiente en la parte superior que, normalmente, se elabora a base de queso.
  • Aunque el queso es el ingrediente ‘favorito’ para gratinar, hay que tener en cuenta que no todos funcionan igual de bien para esta técnica. Deberán ser variedades con un contenido medio-alto de grasa. Las más socorridas suelen ser quesos tipo gouda, cheddar… Resultan muy ricas para este tipo de recetas los quesos gruyère, comté, emmental, raclette… Un buen consejo es hacer una mezcla equilibrada con quesos de calidad combinando alguna variedad más grasa con otra algo más seca, por ejemplo, tipo Parmesano.
  • No obstante, hay vida más allá del queso. También se pueden gratinar pan rallado, distintas salsas como la bechamel, la holandesa, una mousselina, mayonesas… También cremas dulces (normalmente empleamos esta técnica para recetas saladas, pero también se puede usar en el terreno de los postres: se gratina la crema catalana, el sabayón…).
  • Para llevar a cabo esta técnica nos ayudamos en la inmensa mayoría de los casos del horno (utilizando las resistencias superiores a la temperatura máxima y colocando la bandeja cerca durante períodos de tiempo no muy largos, hasta que esa capa adquiera un tono dorado). Aún así, no es el único aliado de la cocina para gratinar: también se puede obtener ese efecto de calor directo con instrumentos como el soplete o la salamandra. Ésta última suele ser más habitual en cocinas profesionales; se trata de un pequeño electrodoméstico compuesto por una resistencia en la parte superior que irradia calor de forma constante.
  • La palabra gratinar viene del francés ‘gratter’ que, en una de sus acepciones, significa rascar una superficie (que es lo que se hace normalmente con el queso que usamos para el gratinado). También podría aludir al gesto de rascar esa costra para retirarla. Uno de los platos más conocidos del recetario tradicional francés son las Gratin Dauphinois (patatas laminadas con nata o crema fresca, leche, nuez moscada, mantequilla y ajo, en la imagen superior).
  • Cuando un gratinado se nos quema en exceso, la solución no es del todo sencilla, pero puedes probar a retirar con cuidado la parte quemada, verter sobre unas cucharadas de bechamel o nata líquida, espolvorear queso rallado y volver a meterlo en el horno.
  • Si prefieres un gratinado algo menos calórico puedes sustituir el queso por un par de yemas de huevo con un poco de nata baja en grasa y cubrir con ello el plato al final de la cocción en el horno.
  • Para asegurarnos de que los alimentos quedan bien gratinados es preferible extenderlos en una fuente más grande (caso por ejemplo de los macarrones) y no crear capas porque, si no, las de abajo quedarán sin gratinar.
  • Una forma muy resultona de presentación para los platos gratinados es optar por cuenquitos individuales.

RECETAS GRATINADAS

Vamos a continuación con unos cuantos ejemplos prácticos. ¿Preparado para colgarte el delantal? Si es así, solo tienes que pulsar sobre las imángenes para acceder al modo de elaboración de estas recetas. 

Paso a paso: Huevos gratinados con ensalada de hierbas

Aunque la palabra gratinar nos suele remitir al queso como ingrediente fundamental, también se pueden hacer gratinados con otros productos y preparaciones (sobre todo, salsas) como en el caso de estos sabrosos huevos.

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Paso a paso: Patatas gratinadas con queso y jamón

Las patatas al horno son uno de los recursos más socorridos para, sin mucho esfuerzo, preparar una receta que gusta a casi todo el mundo. En este caso las vamos a gratinar con una mezcla de nata y queso Gouda. El jamón serrano será otro de nuestros ingredientes principales. ¡Delicioso!

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Paso a paso: Tosta de sobrasada y queso gratinado

Pocas recetas requieren un esfuerzo tan pequeño para obtener a cambio un resultado tan exquisito. Dos gestos, un golpe de horno... et voilà!  Un bocado que hará ponerse a bailar a tus papilas gustativas. ¿Los ingredientes necesarios? Pan, sobrasada y queso fundido.

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Paso a paso: Puerros gratinados con jamón y queso

A pesar de que lo más común quizá sea gratinar alimentos como patatas, o preparaciones como los canelones, la lasaña, o las pizzas, las verduras también quedan riquísimas con esta técnica de cocinado. Estos puerros son buen ejemplo de ello. ¡Anímate a prepararlos y verás qué ricos están!

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Paso a paso: Albóndigas gratinadas con puré de patatas

Esta receta de albóndigas cuenta con la particularidad de que, para su elaboración, necesitaremos utilizar el horno. Una manera diferente de preparar este clásico de nuestro recetario más tradicional.

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Paso a paso: Lasaña de jamón y calabacín

La lasaña es una preparación que consiste en láminas de pasta, rellenas de carnes, verduras... Suele ir cubierta con una salsa y gratinada al horno. En la siguiente receta, además de las placas de pasta, añadimos jamón serrano, calabacín y almendra. La salsa, en lugar de la clásica bechamel, la vamos a hacer con requesón y nata.

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Paso a paso: Sopa de cebolla gratinada con queso

Esta sopa es un clásico de la cocina francesa, aunque se ha popularizado en muchos otros países. Es una opción muy económica, fácil de preparar e ideal para tomar cuando bajan las temperaturas. Eso sí, ten mucho cuidado de no quemarte cuando la saques del horno recién gratinada con las rebanadas de pan y el queso.

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Paso a paso: Alcachofas con jamón gratinadas

Crudas, hervidas, fritas, al vapor... y también gratinadas. Así es como vamos a cocinar las alcachofas en esta ocasión. El jamón será el otro ingrediente fundamental para la elaboración de este rico plato.  

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