Otra de las ventajas de esta elaboración es que apenas necesitas 3 ingredientes y, eso sí, el tiempo necesario para que sala perfecta.
- Pela y corta la cebolla en juliana o en rodajas finas.
- Pon al fuego una sartén.
- Añade la mantequilla o el aceite y calienta a fuego medio.
- Incorpora la cebolla y baja el fuego al mínimo.
- Cocina entre 40 y 60 minutos removiendo de vez en cuando hasta que la cebolla quede blandita y de color marrón.
Como ves, hacer cebolla caramelizada no tiene ninguna complicación, eso sí, no dejes de vigilar la cocción y de remover de vez en cuando. Una vez que la tengas lista, y fría, ya puedes empezar a usarla del modo que más te guste. Por ejemplo, con foie o con patés y un poco de pan a nosotros ¡nos vuelve locos!