Situada en Efate (Vanuatu), un lugar idílico entre las islas Fiji y Australia, y aislada como si no hubiera ningún otro visitante en kilómetros a la redonda, se halla Matanara, el refugio playero de Cate Blanchett y su familia durante los últimos años. Ahora, la popular actriz y su marido, el dramaturgo Andrew Upton, lo han puesto a la venta por 1.263.000 euros. Descubre cómo es por dentro y si el estilo de la reina elfa Galadriel ha dejado huella en la decoración.

Mirando la bahía de Undine, esta ‘casa de playa’ puede presumir de diseño y comodidad a partes iguales. Construida teniendo en cuenta el entorno que la rodeaba y la importancia de mantener la privacidad para sus moradores, cuenta con dos modernos pabellones, conectados por una gran cubierta de madera y rodeados de exuberantes jardines tropicales. Además, de un garaje y un cobertizo para guardar material deportivo, barcas…

La mansión de Vanuatu de Cate Blanchett cuenta con cuatro dormitorios y dos cuartos de baño. Las zonas comunes (salón, comedor y cocina) comparten un único espacio, sin tabiques divisorios, y conectados visualmente a través del suelo de madera y el empleo del mismo estilo decorativo. Asimismo, las paredes se abren al exterior, eliminando las barreras entre ambos y favoreciendo un estilo de vida libre, donde la naturaleza forma parte de él.

Bajo un precioso techo artesonado, típico de la arquitectura tropical, que favorece una atmósfera acogedora, el salón apuesta por una decoración llena de encanto con muebles de fibras vegetales y una gran alfombra con motivos geométricos. El estilo, sencillo y personal de la actriz ganadora de dos Oscar, se deja sentir en las pinceladas de color del sofá azul eléctrico y el puf y el cuadro rojos, que imprimen al ambiente un toque de frescura, tan alegre y vitalista como el exuberante jardín que rodea la vivienda.

La cocina, distribuida en línea y con una despensa independiente, apuesta por el confort y la funcionalidad. Con muebles de madera, que combinan frentes ciegos con módulos-vitrina, mucho más ligeros, cuenta con una gran encimera, que proporciona una superficie donde trabajar y preparar la comida con comodidad. Por cierto, una dieta que incluye carne y pescado, ya que, tal y como ha comentado ella misma, no ha sido capaz de lograr que sus hijos llevaran una alimentación vegetariana.

Todas las habitaciones cuentan con un gran número de ventanas, que convierten el paisaje en un cuadro, y se abren completamente al exterior con puertas correderas, que eliminan los límites y mantienen la conexión 'in & out'. El dormitorio principal hace de la sencillez su mejor arma decorativa. A su lado, el color blanco de paredes y ropa de cama crea el escenario perfecto para el descanso, favoreciendo una atmósfera relajante y en calma. La cómoda azul pastel se cuela en el espacio, al igual que los guiños de estilismo de los ‘looks’ de la actriz.

Cate y su marido tienen cuatro hijos, por lo que esta casa de cuatro dormitorios es perfecta para la gran familia que son. Una de las habitaciones cuenta con una litera, que quizás albergue a la pequeña de la casa y alguno de sus hermanos. Con el suelo de madera y las paredes forradas, las pinceladas de color y el aire infantil lo ponen la ropa de cama, el tapiz de la pared y la alfombra. Con la puerta y la ventana enfrentadas, la luz, el aire y la vegetación son parte del espacio, creando la sensación de vivir en el exterior.

La casa de Cate y su familia, diseñada a modo de pabellón, favorece la integración en el entorno, sustituyendo los tabiques por grandes puertas correderas, que abren la vivienda al exterior desde ambos lados. Para fortalecer esa unión se ha creado continuidad visual mediante el pavimento de madera, aunque el de exterior está tratado de forma adecuada, para que sea capaz de soportar los rigores del aire libre. Además, esta unión hace crecer los metros cuadrados del espacio.

Rodeado de un jardín exuberante que mira al mar Efate, el porche de la casa es el lugar perfecto para las veladas al aire libre. La zona de sombra se ha creado mediante una pérgola vegetal, en la que se han usado especies de la zona para no romper el ‘look’ tropical. Además, se ha realizado un banco de madera a medida, lo que proporciona mayor número de asientos, por si vienen invitados.

El comedor de exterior mantiene el mismo estilo (acogedor y sencillo) del resto de la vivienda. Su gran mesa de madera, con capacidad para ocho comensales, es perfecta para las comidas al aire libre de Cate y su familia. El sofá con alegres cojines puede trasladarse, según el momento, para crear un estar bajo la sombra de la pérgola o un 'chill out' frente al mar.