Más o menos visibles, nuestros interiores tienen ‘fallos de fábrica’, que limitan sus posibilidades decorativas y hacen que les saquemos menos partido del que deberíamos. Muchas veces la solución está al alcance de nuestra mano, sin necesidad de obras complicadas ni un gran desembolso. Estas claves te ayudarán a transformar los puntos negativos de tu hogar en verdaderos activos decorativos. ¡Apunta!
1. Tapar las imperfecciones de la pared
Si tu pared parecía lisa y recta, pero cuando quieres cambiar el color te das cuenta de que realmente no lo es, lo más sencillo es pintarla con algún efecto con textura (una tendencia al alza en este 2020), tipo arena, esponjado, mármol e incluso gotelé fino, que hacen que no se noten los fallos. Otras ideas también muy fáciles son apostar por el papel pintado o poner un friso de madera.