Aitana Ocaña es natural de Barcelona pero en 2017 su vida dio un giro gracias a su participación en 'Operación Triunfo' y actualmente es en Madrid donde reside. Jamás hubiera imaginado lo que condicionaría su futuro aquella primera audición para participar en el programa de TVE. No solo se hizo con una plaza sino que concursó hasta el final, llegando a quedar en segunda posición, por detrás de Amaia. Fue una de las candidatas a representar a España en el 'Festival de Eurovisión' y aunque su tema 'Lo malo' a dúo con Ana Guerra no fue el seleccionado, se conviritó en un éxito.

Comenzaba el fenómeno musical y su fichaje por Universal la obligaba a trasladarse a la capital. Después de actuar en una gira durante todo el verano junto a sus compañeros de 'OT' y coincidiendo con su rutptura con Luis Cepeda, la artista se instalaba en el piso en el que reside desde entonces. Concretamente, una vivienda en el madrileño barrio de Fuente del Berro propiedad de Blanca Suárez. La actriz, que vivió allí hasta que compró el chalet en el que lo hace actualmente, había acometido una reforma poco antes. Aitana le ha imprimido su personalidad a través de una decoración sencilla y de aire nórdico

Se rumoreó sobre si la intérprete de 'Teléfono' le habría comprado la casa a Blanca Suárez, algo que ella misma se encargó de desmentir. Pero lo cierto es que ha hecho de la casa un espacio propio y asegura sentirse muy a gusto. A través de sus perfiles sociales ha compartido algunos rincones de los que está enamorada y para cuya decoración ha recurrido a la asesoría de Kenay Home. Tonos neutros, calidez y naturalidad son los valores de esta estancia, en la que solo hay un toque mint pastel en forma de silla

En esta zona de estudio ha instalado un piano donde a buen seguro dedica muchas horas para trabajar en sus temas. Un espacio donde la madera es protagonista, presente en los suelos, las puertas y el mobiliario. El gris de la pared es un recurso estupendo para conferir profundidad y carácter. La artista a decorado el frontal de la mesa con uno de sus 'trofeos', un doble disco de platino

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En el salón, la artista ha continuado con la línea suave y pastel. Nuevamente el gris,en sofá y textiles, es el tono neutro escogido para ser hilo conductor, salpicado de amarillo y rosa gracias a los cojines. El punto natural lo pone la mesa de centro, en la que se combina un módulo de madera con otro de cristal, y complementos de fibra como el macetero del fondo. La aromonía del conjunto contrasta con el mural de láminas en la pared, donde un retrato a todo color de la artista gana protagonismo

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Aitana también ha dejado que nos colemos en algunos detalles de su baño, como en esta foto frente al espejo. Las paredes en este caso toman un aire industrial pero la madera y el color gris sigue presente. ¿Lo más original? El radiador. Se ha mantenido la pieza original, se ha pintado de un potente rojo y se ha cambiado el regulador. Un toque retro que encaja a la perfección con el resto del estilo