Estamos en pleno verano y las temperaturas no nos dan tregua. El calor, aunque normal en estas fechas, es molesto y difícil de soportar, al menos en los momentos que pasamos en casa, bien teletrabajando o bien mientras esperamos a que lleguen nuestras ansiadas vacaciones.
Sea como sea, es fundamental establecer ciertas pautas de actuación para tratar de refrescar nuestra casa y mantener las temperaturas lo más bajas posible sin recurrir al aire acondicionado.
Apuesta por el mejor aislamiento
Una casa bien aislada es una casa protegida, no solamente del frío del invierno, sino también del calor. Por eso, una de las mejores cosas que puedes hacer si necesitas aislar tu casa es cerrar las ventanas en los momentos de máximo calor, cuando la fachada reciba más luz y sol, y bajar las persianas para tratar de evitar que el calor entre al interior. Después, cuando el sol se ponga o cuando ya no incida, podrás abrir.
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