Vive una Navidad más sostenible

Las fiestas navideñas suponen en sí mismas levantar la guardia para realizar ciertos excesos que nos permitimos como excepción. Sin embargo, podemos aprovechar que el consumo se dispara y que mantenemos el contacto estrecho con nuestros seres queridos para aplicarnos unos hábitos sostenibles y contagiar a los demás con ellos.

Por Cristina Soria

Cuando llegan las fiestas navideñas surgen los buenos propósitos para el próximo año, por lo que no deberíamos perder la oportunidad de poner en práctica, desde ya, la posibilidad de hacer de estas navidades unas fiestas sostenibles en las que aportemos nuestro granito de arena para que el planeta alivie sus problemas medioambientales.

No solo merece la pena ser consciente de que una Navidad más sostenible es posible, sino que precisamente, por tratarse de una época en la que se ensalzan valores y gestos de solidaridad, probablemente estemos ayudando a contagiar nuestro propósito de solidaridad a los demás.

Según datos del Ministerio de Sanidad, cada español genera 1 kilo basura diario, de forma aproximada. Esta cantidad no varía en verano ni en semana santa. Es decir, las vacaciones no minimizan ni aumentan esa cantidad de forma significativa. Sin embargo,diciembre y los días que concentran las celebraciones navideñas, sí hacen aumentar este índice de generación de residuos, y casi lo duplican, pasando de 1 kilo a 1,75 kilos.

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El primer consejo al que debemos atender en Navidad es a no descuidar nuestros hábitos de reciclaje y de consumo responsable, de la misma manera que en estas fechas tal vez hacemos la vista gorda con una alimentación más permisiva o nos damos unos caprichos. La Navidad puede ser una época en la que relajamos la atención sobre qué podemos hacer para mantener la sostenibilidad en nuestro consumo, y precisamente los datos avalan que debería ser una época en la que intensificar esta actitud.

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Aquello que pones en tu mesa, también es parte del planeta

Es bueno para el planeta y para tu bolsillo que planifiques con suficiente antelación las comidas de los días de celebración. Si compras los productos estrella de tu mesa con suficiente tiempo podrás aprovechar precios más razonables, y ese tiempo te permitirá mantener la cabeza fría sobre la necesidades y las cantidades.

Recuerda que la Navidad no tiene porqué ser una época de excesos y placer infinito (en lo culinario) sino de cercanía con los que amas. Así que convendría poner el acento en las celebraciones emocionales y, tal vez, rebajar la ingesta masiva de alimentos calóricos, algo de lo que te arrepentirás en enero.

Busca la procedencia de los productos que llevas a tu mesa: los alimentos de proximidad, si son de temporada, probablemente sean respetuosos con el medio ambiente y no fomentarán la sobre-explotación de los recursos naturales del planeta.

Los alimentos de fuera de temporada precisan haber sido transportados o almacenados en cámaras especiales. Esto hace que el impacto energético en todo el planeta sea mayúsculo, y más en Navidad, cuando el consumo de ciertos productos se intensifica de forma generalizada y desmedida. El Ministerio de Agricultura lanza campañas continuamente para informar sobre los alimentos de temporada, y todos ellos se pueden consultar en su web.

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La mejor forma de reciclar es no teniendo que tirar

Siguiendo por la filosofía de sostenibilidad del Zero Waste, cuando realices una compra de regalos ten en cuenta también cuál es su empaquetado. De la misma forma que preferimos regalar objetos útiles o atractivos, también podemos tener en cuenta si son sostenibles e incluso si el empaquetado con el que se venden resulta razonable.

Y de la misma manera, está en nuestra mano elegir cómo será el papel de regalo y los detalles que adornarán tu casa durante estas fechas: ten en cuenta, por ejemplo, que el plástico no debería ser una opción. Porque si durante todo el año el objetivo de sostenibilidad marca que se minimice su uso, en Navidad debería ser una meta mucho más férrea.

Los lazos de regalos, cintas y bolsas decorativas, tienen un solo uso y de hecho, puede que el destinatario ni repare en ellos, porque los da por sabidos. Piensa en cómo darle un nuevo toque a la Navidad reinventando los envoltorios y dándole más personalidad con material reciclado.

Si crees que tu aporte a la sostenibilidad del planeta es solo una gota de agua en el mar, piensa que en esta época del año el consumo se dispara, por lo que realmente este es el mejor momento, ya que todo el mundo está en tu misma situación y el cuidado por el medio ambiente puede contagiarse.

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