¿Son malos los sujetadores con aros?

La elección de un buen sujetador es vital para la buena salud del pecho. Te explicamos qué tienes que tener en cuenta cuando vayas a comprar esta prenda y cuáles son los riesgos de no usar el apropiado

Por Nuria Safont

El pecho es una de las zonas más delicadas y sensibles de la mujer y que más cuidados requiere. No sólo por la importancia de la estética que prima en nuestra sociedad, sino por su salud. De hecho, son diversas las dolencias que pueden afectar a los senos, y la mayoría de ellas son tratables con unos hábitos de vida saludables o, incluso, con el uso del sujetador. Este, de hecho, se recomienda ya que, como explica el doctor José María Franco Góngora, cirujano especialista en Cirugía Plástica y Reparadora, "ayuda a prevenir su caída y el envejecimiento general de la mama. Es más, sería recomendable usarlo, incluso, por la noche", señala. El doctor Antonio de la Fuente sugiere lo mismo: "especialmente las personas con mayor volumen, conviene que utilicen un sujetador que contenga el pecho y contrarreste la acción de la gravedad". 

A la hora de elegirlo, hay muchas personas que se preguntan si los sujetadores con aros son malos, aspecto que responderemos a lo largo de este artículo. También si es necesario utilizar un tipo de prenda especial para el deporte o si las fibras sintéticas pueden dañarnos. Los expertos responden que depende del uso y las necesidades, así como las características del pecho y de la piel. "La elección de un buen sujetador es importante para evitar complicaciones como los eccemas en la piel, la irritación, el dolor o la deformidad de la espalda", recuerda el doctor Nicolás Alayon Hernández, ginecólogo del Hospital Vithas Medimar Internacional, en Alicante. 

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El sujetador más adecuado

Un sujetador tiene que cumplir su función: sujetar bien las mamas y de forma adecuada. Y es que, utilizar uno que no se corresponda a nuestra talla puede repercutir en nuestra salud. Por ejemplo, una talla demasiado grande o pequeña o un tirante demasiado ajustado que ejerza presión en lo hombros puede producir, no sólo molestias o marcas en la piel, sino también pequeñas lesiones de espalda, cuello, hombros, brazos e, incluso, dolores de cabeza.  Además, un mal sujetador puede propiciar irritaciones e, incluso, en casos extremos desencadenar una infección en la zona inferior de la mama.

Para que esto no ocurra, el especialista en ginecología, el doctor Nicolás Alayon, nos da las claves de un buen sujetador:

Talla: compuesta por un número (contorno del tórax) y una letra (copa) debe ser aquella que se adapte, sostenga y cubra enteramente la mama. Una talla correcta debe respetar el contorno del tórax y el tamaño de la mama. Por ejemplo, se puede reconocer fácilmente si un sujetador es demasiado pequeño cuando el pecho sobresale por las copas, por el centro del sujetador o queda demasiado alejado del cuerpo. Por el contrario, es grande si el cierre posterior se sube o si caben dos o más dedos entre el tirante de la espalda y el cuerpo.

Broche: los mejores sujetadores son los que abrochan por detrás, sin embargo, existen situaciones en las que es preferible la localización delantera: cicatrices recientes en la mama, dolor en los hombros, limitación de los movimientos, etc. 

Tirantes: no deben quedar demasiado apretados (dejan marcas) ni demasiado libres (se caen). La medida perfecta es aquella en la que entren dos dedos sin demasiada presión. Además cuanto mayor volumen tenga el pecho más ancho debe de ser el tirante.

Peto: es aquella parte que une ambas copas y deberá estar bien pegado al esternón, de esta forma los petos de localización más baja unirán más los pechos, mientras que lo altos los separarán. Hay que evitar que los pechos queden demasiado apretados, ya que pueden provocar un exceso de transpiración con la consecuente irritación y formación de eccemas por el roce. 

Tejido: respecto a los materiales y tejidos, influye el momento del desarrollo de la mujer para llevar a cabo la elección perfecta. Es importante desmitificar, no obstante, aquellas teorías que hablan de que los tejidos sintéticos podrían resultar dañinos debido a las alergias. Esto no es así, puesto que un buen sujetador debe estar compuesto por materiales sintéticos con cierta proporción de elastano para ofrecer una adecuada tensión. El algodón, por ejemplo, no es un buen material debido a su rápida capacidad de deformación. Sin embargo, si se sufren alergias o en la niñez puede ser el material idóneo.

Sujetadores con aros: si la mama está completamente desarrollada, un buen sujetador debe llevar aros. Simplemente hay que tener en cuenta que el aro nunca debe tocar el tejido mamario y tiene que envolver completamente la mama, para lo cual será lo suficientemente largo, evitando de tal forma que se clave y produzca molestias derivadas". 

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Materiales más aptos para el deporte 

Cualquier actividad física intensa y continuada produce una movilidad de los senos que puede propiciar minúsculos desgarros en los tejidos más débiles. Además, la transpiración es mucho mayor. De ahí, la importancia del uso de prendas adecuadas como un sujetador deportivo. "Para aquellos deportes de poco impacto se preferirá una sujeción media, mientras que para los de alto impacto la sujeción será máxima. Los sujetadores deportivos deben evitar la aparición de rozaduras, esto se conseguirá con modelos sin aro, de microfibra (más transpirables y de rápido secado), con costuras planas, que eviten el exceso de contacto entre ambas mamas y que carezcan de etiquetas o cierres que contacten con la piel", recomienda el experto. 

Por su parte, el cirujano plástico Richard Fakin, de Ocean Clinic, en Madrid, recuerda que incluso las mujeres con pecho pequeño deben utilizar sujetadores cuando realizan deporte. 

Por último, no hay que olvidar que el tamaño de los senos varía con el tiempo y, sobre todo, en determinadas épocas de la vida como la maternidad o la lactancia. Incluso, en los días previos a la menstruación muchas mujeres sufren una inflamación e hinchazón que las obliga a utilizar un sujetador un poco más grande que el habitual. Lo conveniente es tener varios tipos (deportivos y comunes) y alguno de una talla superior. 

Asimismo, en pacientes a las que se les ha realizado cirugía del pecho, su uso es obligatorio como mínimo de 3 a 6 meses después de la intervención durante las 24 horas del día, a ser posible durante el primer año, y se deben elegir sujetadores deportivos y sin refuerzos. A partir de los 12 meses, la elección será la que se adapte a los gustos de la persona. 

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