¿Qué es la sepsis o el shock séptico, como el que ha padecido Ainhoa Arteta, y cómo se trata?

Es una respuesta fulminante de las defensas que puede producir inflamación en todo el organismo, fallo multiorgánico y provocar la muerte del paciente si no se trata

Por Nuria Safont

La cantante Ainhoa Arteta está atravesando una etapa complicada relacionada con su salud, después de haber vivido momentos especialmente graves hace unas semanas. Todo empezó el pasado mes de julio con un cólico nefrítico, una dolencia renal que se incrementa en los meses de verano, y que normalmente se solventa sin muchas complicaciones. Pero en el caso de la soprano, todo se complicó debido a una sepsis, es decir una infección generalizada muy grave, que hizo que permaneciera diez días en la UCI por esta situación. Afortunadamente, la artista vasca se encuentra ya bien, recuperándose. Y es que un cólico nefrítico puede desembocar en un episodio grave si la obstrucción de la vía urinaria se infecta, conduciendo a un shock séptico que precisa de maniobras quirúrgicas para desobstruir la vía urinaria y el manejo de la sepsis en una unidad de Medicina Intensiva. Habitualmente, tranquiliza el doctor Luis Llanes, especialista del ICUA, el Instituto de Urología Avanzada, el diagnóstico se hace de manera precoz y el tratamiento evita estas consecuencias. Pero hay casos en los que la situación se complica, como le ha sucedido a Ainhoa Arteta. 

Una situación extremadamente grave

Como decíamos, la sepsis es una de las situaciones más peligrosas a las que puede llegar un paciente. Su recuperación depende de la rápida actuación de los profesionales sanitarios y de la buena respuesta del organismo ante el tratamiento. La sepsis o septicemia consiste en una respuesta fulminante del sistema inmunitario ante una infección por un microorganismo como, por ejemplo, una bacteria. Esta respuesta de las defensas libera unas sustancias químicas a la sangre que, a su vez, provocan una inflamación, se forman coágulos, se altera la circulación sanguínea y los órganos no pueden recibir el oxígeno y los nutrientes que necesitan. Si no se trata adecuada y rápidamente, los órganos dejan de funcionar, cae la presión sanguínea, se debilita el corazón y el paciente puede sufrir un choque septicémico, una situación díficilmente reversible. 

A pesar de que cualquier persona puede sufrirla, la población más vulnerable son los bebés, los ancianos, pacientes inmunodeprimidos como enfermos de sida, oncológicos, diabéticos o con otras enfermedades graves. 

Para comprender qué es esta enfermedad y por qué es tan peligrosa, hablamos con la doctora Eleonora Bunsow, directora médica de bioMérieux Iberia.

¿Qué infecciones pueden producir la sepsis?

El foco más común de infecciones que produce sepsis son las respiratorias, como por ejemplo la neumonía, seguido de las infecciones del tracto urinario, las infecciones gastrointestinales, o infecciones de piel y partes blandas. Aunque cualquier tipo de microorganismo puede provocar una sepsis, las más comunes son las de tipo bacteriano.

- Relacionado: Cómo la meningitis se puede combatir con la vacunación

¿Se trata de una enfermedad común?

Su incidencia se ha incrementado en los últimos años, según los expertos, por el envejecimiento de la población, los tratamientos para las enfermedades crónicas que alargan la vida del paciente en condiciones de inmunodepresión o las complicaciones infecciosas, entre otros.

Sin embargo, su mortalidad ha disminuido. Esto es debido, en parte, a la aplicación de un paquete de medidas dentro de la primera hora tras la identificación del episodio séptico, donde se incluye la obtención de unos cultivos de sangre, o hemocultivos, que permite identificar la causa del proceso séptico.

Se trata de una patología 'tiempo dependiente', es decir, por cada hora que pasa, aumenta en más de un 7% la probabilidad de que el paciente fallezca. Por lo tanto, cuanto más precoz es su detección, más probabilidad tiene el paciente de sobrevivir. Gracias a las técnicas rápidas de diagnóstico microbiológico, actualmente podemos detectar el agente etiológico de la sepsis en la primera hora.

Lee también: El uso responsable de los antibióticos, clave de su eficacia

¿Qué tratamiento se administra?

El tratamiento de la sepsis, como decía, consta de un paquete de medidas que debe realizarse dentro de las primeras horas. Incluye, principalmente, fluidos y tratamiento antibiótico empírico. Es fundamental administrar antibióticos dependiendo de la sospecha del foco infeccioso y del microorganismo causante. Sin embargo, aquí es donde juega un papel fundamental el microbiólogo, que se encarga de identificar el patógeno causante de la infección y también su susceptibilidad a los antibióticos.

Concretamente, y como he explicado anteriormente, en el caso de la sepsis es fundamental utilizar técnicas de diagnóstico microbiológico rápidas para obtener el resultado cuanto antes y aplicar el tratamiento dirigido lo más pronto posible.

¿Por qué tiene tan mal pronóstico?

Porque puede provocar un fallo multiorgánico, por ejemplo, disfunción respiratoria, renal o cardiovascular que obliga a que se ingrese al paciente en Unidades de Cuidados Intensivos para su manejo. Como la sepsis empeora conforme van avanzando las horas, es fundamental detectarla a tiempo para cambiar su pronóstico.

¿Existen formas de prevenirla?

Existen dos niveles de prevención según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel comunitario, tener una higiene adecuada, disponer de agua potable y sistemas de saneamiento, preparar alimentos seguros para el consumo, seguir una nutrición equilibrada y la vacunación son aspectos fundamentales.

Por parte del sistema sanitario, es fundamental la higiene de manos, utilizar materiales limpios y funcionales, tener programas y protocolos de prevención y control de enfermedades y tomar medidas de prevención de infecciones serían las medidas básicas para prevenir la sepsis.

¿Hacia dónde se dirige la investigación para la prevención y el tratamiento de la sepsis?

Para evitar posibles secuelas y reducir las consecuencias de la sepsis para la salud de los pacientes, la detección precoz es vital. Por ello, cada vez se avanza más en la reducción de los tiempos de diagnóstico. En el ámbito de la microbiología, existen herramientas actualmente que permiten detectar la sepsis en apenas una hora, lo que mejora considerablemente el pronóstico del paciente. Cada herramienta diagnóstica que sea capaz de identificar rápidamente el microorganismo causante es altamente requerida.

En este sentido, y en un contexto en el que cada vez hay más casos de infecciones causadas por bacterias resistentes, el uso de estas técnicas permite optimizar los tratamientos y el manejo del paciente séptico.