La etapa tan complicada que nos está tocando vivir y los meses que hemos pasado encerradas en casa han sido de gran utilidad para comprender la importancia de los pequeños detalles y avanzar, al menos en lo que a concienciación se refiere, en el cambio hacia un mundo más sostenible. Esta pausa nos ha permitido entender la importancia de vivir en equilibrio con la naturaleza, una tarea a la que todas podemos contribuir a través de pequeños detalles tales como apostar por piezas de decoración sostenibles o confiar en firmas artesanas que, además de ofrecerte productos de la mayor calidad, éstos sean respetuosos con el medio ambiente. Para ayudarte, en cada número de ¡HOLA! living te descubrimos diferentes talleres, espacios y marcas que apuestan por esta filosofía.

Si en mayo nos trasladábamos a Mallorca para visitar el taller de Con Alma Design, en el que Álvaro Garriga y Mª Antònia Marqués trabajan la madera para trasladar un pedacito de naturaleza a tu hogar a través de esta materia prima, en el número de junio nos acercamos al taller de cuento de María Vega de Seoane. Allí, la ceramista crea piezas de vajilla tan exquisitas que han conseguido convertir su marca, El Atelier Pottery, en una de las más exitosas del mercado artesanal.

Esta joven amante de la gastonomía empezó en el mundo de la cerámica con el único objetivo de combatir el estrés, "una amiga abrió una escuela de cerámica, yo estaba muy estresada y me dijeron que hacer cerámica era lo mejor para combatirlo", nos cuenta la María. "En unos meses ya había ahorrado para comprar el horno y montar mi taller en el garaje de casa y es, sin duda, de las mejores decisiones que he tomado en mi vida".

Un taller en el que sus cuatro hijos, seis perros, dos gatos y varios patitos campan a sus anchas mientras ella trabaja, y donde nacieron los colgantes con inicial que están arrasando en el mercado. Se trata de "medallas de porcelana esmaltada con  iniciales en oro, gargantilla en seda japonesa y engarces en plata bañada en oro", que la artesana creó para recaudar fondos y colaborar en la lucha contra la enfermedad que nos azota.

Así, un 10% de los beneficios se donan a la Fundación Clínica Universitaria de Navarra para la investigación de una vacuna. El éxito de estas piezas ha sido enorme, en parte gracias a que "es muy cómoda porque se puede mojar y no te la quitas en todo el verano", lo que ha llevado a María a tomar la decisión de mantener esta acción solidaria y donar, cada año, a una organización diferente.