El origen del nombre Misifú, y otros muchos nombres originales para tu gato

Cómo nombrar a tu gato es una de las tareas más ilusionantes y con mayor responsabilidad, probablemente sea la palabra que más repitas durante una década.

Por David Navarro

A la hora de nombrar a tu gato puedes tener un margen mayor de originalidad sobre el que tendríamos con los perros, pues aunque es cierto que los gatos también son capaces de aprender su nombre, el nivel de atención que le prestan es enormemente inferior al de los canes. Los gatos saben que los nombras porque para ellos su nombre significa: ‘atención’, pero no basta con que lo pronuncies, sino que ellos solo reaccionan a su nombre cuando tu tono de voz delata sorpresa o alerta. En este sentido les serviría casi cualquier otra palabra, pues ellos logran diferenciar cuando nuestro estado de ánimo al hablar muestra molestia o ternura. Por ese motivo, no es necesario que busques un nombre breve y sonoro, como lo haríamos con los perros.

Uno de los nombres más populares para gatos a día de hoy es Misifú, sin embargo es una palabra bastante desconocida. Si nos remontamos a la primera vez que se nombró a un gato con este nombre encontraremos que fue Lope de Vega en 1634 quién en su poema ‘La Gatomaquia’ pone ese nombre a uno de sus protagonistas, aunque escrito de una forma algo diferente: Micifuf. Esta palabra pertenece al vocabulario propio de República Dominicana y Puerto Rico, donde se utiliza para referirnos a alguien a quien no queremos nombrar con su auténtico nombre, y Misifú es la forma de hablar sin ser claros a quien nos referimos.

Leer más: Estos son los nombres más habituales para gatos

Otros de los nombres más populares para gatas es Brisa, tal vez porque todos los felinos tienen una zona de su anatomía con un nombre similar: vibrisas. Se trata de los bigotes, tan apreciados y necesarios para los gatos. Son indispensables para relacionarse con el entorno, mediante los bigotes pueden moverse en la oscuridad y percibir lo cerca que están los objetos y medir distancias. Son una parte más de su tacto. Por tanto, una gata llamada Brisa se define como astuta y sensible.

La ficción nos ha dado muchos referentes para pensar en nombres para nuestros gatos, puede ser muy divertido llamar a tu felino Garfield si tiene tonos anaranjados. Silvestre si es blanco y negro, como el gato que perseguía a Piolín. Fígaro es mucho más enternecedor, el gato que vivía con Gepetto, el carpintero que creó a Pinocho. Pero la ficción nos ha dado un sin fin de ejemplos en gatos malvados o, por lo menos, con un carácter muy belicoso, como Azrael, el gato de Gárgamel, el villano de ‘Los Pitufos’, o Lucifer, el vengativo gato que hacía la vida imposible a los ratones de ‘La Cenicienta’. Pero también hay gatos buenos e inteligentes, como Doraemon o Cheshire (llamado también el Gato Rison) de ‘Alicia en el país de las maravillas’. Y si queremos una referencia pop más contemporánea: Rasca, del dúo Rasca y Pica de ‘Los Simpson’.

Leer más: Dime cómo llamaste a tu perro o gato y te diré qué tipo de dueño eres

Muchos suelen poner a sus gatos nombres de leyendas de la música, el pop y el rock. No es nada extraño encontrar gatos con nombre de Beetle, como Lennon. Y si el gato tiene una profunda personalidad y encanto, Elvis, pues pocos gatos no son el rey. Otros ejemplos notables de celebrities convertidas en felino pueden ser Jagger, Gaga o Sia. Y ya desde el punto de vista musical se pude llamar Fidelio, como la ópera de Beethoven.

Uno de los nombres de gatos más populares de la historia es Felix, sin embargo pocos recuerdan el motivo. Su origen proviene de la saga de cortos de animación de principios del siglo XX en los que un gato negro y muy bromista compartía pantalla con el personaje animado de Chaplin y que a lo largo de veinte años se popularizó en los cines de todo el mundo con sus aventuras felinas. Felix es, desde entonces, uno de los nombres más habituales para nombrar gatos, especialmente si son negros con una mancha blanca en la cara.

El color de los gatos también es motivo para ponerle un nombre u otro, si tiene el pelo negro podrá llamarse Blackie, Azabache o Ceniza. Si es blanco las opciones pueden ser Snow, Copo o Silver. Si el gato tiene mezcla de blanco y negro puede llamarse Chess (ajedrez en inglés), Yingyang, Dominó o Panda.

Al margen de nombres famosos o descriptivos, lo cierto es que los dueños de felinos suelen preferir nombres cortos, sencillos y sonoros. Max, Milo, Sam, Jack, Zeus, son nombres que nunca fallan y que pese a que los gatos no reaccionan igual que los perros a su nombre, si es breve y claro garantizarás que tu gato comprenderá mejor cuando le llamas y así podrás alertarle sobre si algo va mal o sobre si necesitas de su atención.

Si quieres algo aún más original te proponemos estos nombres en latín: Lumen, Tempus, Aurum y Fortia. En japonés hay nombres preciosos como Kenzo, Hiro, Yen, Mochi, Yuki o Chiyo. Y en italiano: Cicero, Orfeo, Galileo o Enzo.

Leer más: Cómo el ciclo de sueño marca la diferencia entre perros y gatos