Sofía Palazuelo, una duquesa 'galáctica' en su última cita con el arte

La mujer de Fernando Fit-James Stuart demuestra que los tonos metalizados también pueden resultar sofisticados con un original vestido cuajado de lentejuelas

Por Paula Callejo

A pesar de que procuran mantener un perfil bajo, es habitual ver a los duques de Huéscar asistir a citas culturales como noches de teatro o visitas a museos. Ayer, el Thyssen de Madrid-Bornemisza, con la colaboración de Las Rozas Village, inauguró por todo lo alto su nueva exposición, Balenciaga y la pintura española, y el matrimonio quiso acercarse a conocer esta muestra que enseña la influencia del arte de nuestro país en las creaciones del icónico modisto. Para la ocasión, en la que coincidieron con otras personalidades destacadas como Naty Abascal, Eugenia Silva o los diseñadores Modesto Lomba y Juanjo Oliva, Sofía Palazuelo quiso cambiar de registro y declinó sus adorados pantalones palazzo en favor de un vestido dorado que demostraba que los tonos metalizados también pueden resultar (muy) sofisticados.

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La joven aristócrata presumió de esbelta figura mediante una entallada prenda que potenciaba especialmente su silueta, un diseño de cuello alto, hombros estructurados y manga larga con falda lápiz por encima de la rodilla. Estaba confeccionado en un tejido cuajado de lentejuelas doradas de forma alargada y efecto mate con distintos acabados que conformaban cuadros de diferentes tamaños a lo largo del cuerpo. Se trata de una pieza bordada a mano perteneciente a la colección L’image tranquille de la línea de Alta Costura de Jan Taminiau, el diseñador de cabecera de Máxima de Holanda que también parece estar posicionándose como uno de los preferidos de Sofía Palazuelo.

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En lugar de contrarrestar la intensidad del look rematando con complementos neutros, Sofía se aleja por una vez del minimalismo y opta por el 'más es más' al agregar sandalias metalizadas de tacón alto con pulsera al tobillo y cartera de mano tipo sobre a tono. Sí que se decanta por la naturalidad en lo referente al maquillaje, puesto que, pese a ser un acto de noche, luce un estilismo muy natural, con base ligera, algo de colorete y ojos enmarcados únicamente con algo de máscara de pestañas. El peinado, un recogido bajo con efecto messy, también sigue esa estela de frescura.