La crisis sanitaria internacional ha provocado que el último año se haya disparado el teletrabajo, en muchas ocasiones establecido de manera obligatoria para evitar la propagación del virus. De esta forma, las familias reales de todo el mundo también se han visto obligadas a reinventarse y asistir a sus actos de manera telemática. Después de cerca de dos meses y medio trabajando desde casa, Máxima de Holanda retomaba ayer su agenda oficial de manera presencial y acudía a visitar un colegio en la ciudad de Oud-Beijerland, donde quiso conocer de cerca cómo les está afectando la nueva normalidad tanto a los niños como a los profesores. Para esta cita, optó por un colorido conjunto muy fiel a su esencia que nos recordaba también al armario de doña Letizia.
Todo al rojo
La reina de los holandeses ha dejado claro en numerosas ocasiones que no tiene miedo a innovar, y adora la paleta de color más eléctrica, algo que reafirma con esta primera salida de 2021. Lo ha apostado todo al rojo carmesí (incluyendo la protocolaria mascarilla, que se ha convertido ya en un accesorio imprescindible) y ha combinado dos prendas de líneas minimalistas que le sentaban como un guante. Como protagonista, un vestido entallado de cuello a la caja y falda lápiz que agregaba cinturón fino a tono para potenciar su silueta sin romper la monocromía.
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Un estreno y una prenda repetida
Para resguardarse de las bajas temperaturas invernales, Máxima ha recuperado de su armario un abrigo de Natan -una de sus firmas de referencia- que ya le habíamos visto en varias ocasiones. Se trata de una pieza evasé del mismo tono que el vestido que estrena, modelo con mucha caída y líneas depuradas que cuenta con manga francesa, botonadura frontal oculta y cuello perkins fruncido. La gran parte del tiempo lo ha lucido sobre los hombros, un gesto muy característido de doña Letizia, quien opta habitualmente por él en actos públicos para evitar tener que estar quitándose el abrigo cada vez que entra a un espacio interior.
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Conexiones entre reinas
Sin embargo, ese detalle no ha sido el único que nos ha recordado al armario de la reina de España, y es que hay otras conexiones con el último look de Máxima. Para empezar, el más evidente, el rojo, color muy asociado a la española desde su etapa como princesa y que le ha acompañado en sus citas más especiales. Además, la mujer de Guillermo Alejandro decidió rematar ayer con complementos burdeos de terciopelo, una combinación similar a la de doña Letizia en el último día de la Hispanidad.
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Detalles muy comentados
Los vestidos sin mangas son una de las prendas más características de la reina Letizia, quien no renuncia a ellos ni siquiera en la temporada de otoño-invierno, algo que suele ser muy comentado. Máxima ha seguido esta vez sus pasos y ha lucido los brazos al aire, generando otra similitud entre ambas. Curiosamente, esta semana la mujer del rey Felipe VI estrenaba un vestido rojo de Massimo Dutti que ya llevó Máxima el pasado octubre, lo que demuestra de nuevo que ambas comparten gustos a la hora de vestir.
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