La semana termina con una aparición sorpresa, la de Meghan Markle, que se ha colado -literalmente- en una llamada de James Corden mientras entrevistaba al príncipe Harry. Y es que es habitual que, en este periodo en el que se ha reducido al mínimo la agenda de compromisos de la pareja, realicen encuentros virtuales o reuniones por videollamada. Pero, ¿significa eso que la moda pasa a un segundo plano al ser citas en las que solo aparece parte del look? Todo lo contrario. También para estas ocasiones las elecciones estilísticas se planean con cuidado, como fue el caso de su look 'Primavera cítrica'. De hecho, hemos podido ver la que sería una de sus últimas adquisiciones después de anunciar que está embarazada por segunda vez: un vestido azul -una de sus tonalidades predilectas- que además de parecernos perfecto para recibir la nueva estación, tiene un precio imbatible: menos de 25 euros.
- El giro de estilo de Meghan Markle: por qué ahora su ropa nos gusta más
De esta manera, Meghan ampliaría su colección de prendas asequibles, donde también encontramos algunas piezas made in Spain. Y es que antes de que diera comienzo esta nueva etapa de su vida, alejada de la Familia Real británica, pudimos analizar un giro en sus looks: de apuestas exclusivas, pasó a lucir estilismos al alcance de todos los bolsillos, como aquella combinación de Massimo Dutti. Con su estreno, se reafirmaría en su estrategia, la de optar por una moda muy práctica que, para alegría de sus seguidoras, resulta más sencilla de imitar.
Las tendencias primaverales 2021
Aunque solo se puede ver un trozo del look de Meghan, lo que podría hacernos pensar que es un top, se trataría del vestido de la firma californiana Velvet Torch con mangas estilo puffy. Con un precio de 24,71 euros, era de esperar que no tardara mucho en agotarse. Un repaso por la web multimarca Nordstrom confirma que se ha agotado en las pocas tallas que estaba disponible, la prueba de que el 'efecto Meghan Markle' sigue imparable pese a no ser ya un miembro sénior de la realeza. Otro detalle que también nos ha llamado la atención es el bordado nido de abeja, una tendencia que repetirá este verano tal y como los desfiles primaverales han demostrado.
El cambio de Meghan
Además, Meghan seguiría llevándole la contraria a algunas de las normas de estilo que cumplía a rajatabla durante sus años como royal. Por ejemplo apostar por largos intermedios en vez de por faldas XS. Y es justamente lo que su nuevo vestido se encargaría de confirmar, ya que el modelo de corte mini no podría haber tenido cabida en su armario británico. Sin embargo, lejos de los estrictos códigos de vestimenta, parece haber relajado su gusto personal llegando incluso a recuperar anchuras de antes de conocer al príncipe Harry.
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