Sofía Palazuelo vuelve a romper con los códigos de invitadas de invierno

Nada de lentejuelas ni terciopelo, la duquesa de Huéscar demuestra que los tonos claros también son para esta temporada

Por Paula Callejo

Los duques de Huéscar son conocidos por su absoluta discreción, no es habitual verles acudir a actos públicos y no tienen perfiles abiertos en redes sociales. Sin embargo, es frecuente verles asistir al Teatro Real para disfrutar de la que es su gran pasión, siempre haciendo gala de su impecable estilo. Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart fueron unos de los invitados de excepción a la inauguración de la temporada junto a los Reyes y otros rostros conocidos como Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. En aquella cita, la Duquesa deslumbró con un impoluto vestido blanco de líneas depuradas que la coronaba una vez más como la invitada perfecta. Esta vez opta por un estilismo igualmente acertado de líneas sencillas y tonos neutros, una opción sofisticada y de tendencia perfecta para los compromisos navideños que se aproximan. 

Huyendo de nuevo de los estereotipos de las invitadas de invierno, como es la paleta de color más oscura, los tejidos llamativos tipo terciopelo o las deslumbrantes lentejuelas, Sofía demuestra que, para ella, menos es más. Ella presume de figura con una falda lápiz blanca -que bien podría tratarse de un vestido- a la que suma un sencillo jersey de cuello cisne en tono arena. De esta manera, reinventa una prenda de fondo de armario que todas tenemos y la hace totalmente apta para un evento de noche, estrategia a la que recurrió para acudir al 50 cumpleaños de Eugenia Martínez de Irujo el año pasado, cuando combinó jersey negro con sus palazzo más especiales, morados y con acabado satinado. 

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La Duquesa nos deja el mejor truco de estilo para triunfar con piezas sencillas, y es apostar por complementos que marquen la diferencia, como sus salones a contraste con pulsera al tobillo, su bolso de mano camel y el pañuelo dorado que ejerce a modo de collar.