Carlota Casiraghi, María Pombo, Valentina Suárez de Zuloaga, Belén Esteban... son muchas las novias que escogen pasar por el altar en junio, que este año se ha coronado como el mes de las bodas por excelencia. La última en hacerlo ha sido la influencer y diseñadora Rocío Osorno, que ha dado el 'sí, quiero' a su novio Jacobo 'Coco' Robatto en la Catedral de Sevilla, histórico enclave que también fue testigo del enlace de Pilar Rubio y Sergio Ramos hace justo dos semanas. Haciendo frente a la extrema ola de calor que vive la capital hispalense estos días, cerca de 200 personas -entre ellas, varias compañeras de profesión de Rocío como Mery Turiel o Teresa Bass- se han dado cita en el edificio religioso para acompañar a los novios en su gran día. Unos minutos antes de entrar en él, ha sido la propia empresaria la que ha querido desvelar el secreto mejor guardado a través de sus redes sociales, y ha compartido una foto de su primer vestido de novia.
Como ya adelantaba hace un par de días, ha querido hacerse una pequeña sesión de fotos en el hotel previa a la boda, y, mientras iba de camino en el coche hacia el convite, ha publicado una de ellas para que sus seguidores -cuenta con más de 1 millón de fans- pudieran verla de blanco. Rocío, que fundó una firma homónima que cuenta con línea nupcial, ha diseñado ella misma los dos vestidos que va a lucir hoy. Es cierto que ya había posado en varias ocasiones con modelos de novia, pero, sin duda, ninguno comparable al que ha elegido para casarse.
La sevillana ha sido totalmente fiel a su estilo sofisticado, y ha escogido un primer vestido para la iglesia que contaba con ligero escote barco, manga francesa, cuerpo entallado ajustado a la cintura y falda de vuelo en línea 'A'. Ha añadido un detalle seductor pero elegante que define muchos de sus habituales estilismos de invitada: la espalda al aire. El diseño poseía una discreta abertura trasera que otorgaba un aire más moderno, puesto que es una de las tendencias estrellas este año, como también demostró María Pombo hace una semana. También añadía, tanto en las mangas como en la espalda, remates de encaje.
Como peinado, ha optado por recoger su melena en un moño bajo de aspecto deshecho coronado por un tocado de pedrería tipo corona del que partía un clásico (y larguísimo velo). Tanto esta opción como su maquillaje, protagonizado por un potente delineado negro y un labial rosa, encajan a la perfección con su estilo y sus elecciones habituales tanto en el día a día como en los grandes eventos.
Todavía queda por descubrir su elección para la fiesta de noche, que, tal y como explicó hace meses, será bastante más atrevida. No sorprendería que se decante por un diseño lencero con acabado satinado, un tipo de tejidos a los que recurre habitualmente.
