Matilde de Bélgica pide respeto a la intimidad de la princesa Elisabeth

Por hola.com

Matilde de los belgas espera que su hija mayor, la princesa Elisabeth, Heredera al trono, pueda disfrutar de privacidad y que no se convierta en el centro de atención de los medios de comunicación. La soberana mostró su preocupación por la intimidad de su hija en unas declaraciones ante la prensa belga al final de su viaje oficial a Mozambique.

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La Duquesa de Brabante, de 17 años de edad, estudia desde el pasado verano en el Atlantic College, un prestigioso instituto de Gales en el que, entre otros, también estudió el rey Guillermo Alejandro de Holanda. Se trata de una institución de élite a la que acuden alumnos de todo el mundo y en donde no solo se ofrece una educación reglada de primer nivel, sino que se incide en múltiples actividades extraescolares. La reina Matilde se mostró muy satisfecha con la elección del centro educativo, aunque confesó que tanto ella como su marido y sus hijos echan mucho de menos a la princesa Elisabeth.

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“Todos en la familia aún nos estamos acostumbrando a que no viva con nosotros, pero al mismo tiempo estamos contentos porque es una experiencia enriquecedora para ella. Poder estudiar con jóvenes de todo el mundo y disfrutar de una vida normal es muy importante. La Princesa es aún muy joven y necesita disfrutar de su vida privada”, según la Reina, que se mostró confiada en que los medios de comunicación respeten la esfera íntima de su hija.

“Escuchar a la gente es fundamental”

La reina Mathilde visitó la semana pasada Mozambique como asesora de las Naciones Unidas en materia de desarrollo sostenible. Su área de trabajo es principalmente la igualdad de oportunidades de mujeres y niños en áreas como el acceso a la educación y la atención médica, así como la erradicación de la violencia contra ellos. La soberana mantuvo durante el viaje a Mozambique decenas de reuniones, no solo con autoridades locales, sino también con ciudadanos comunes.

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“Cuando converso con personas normales, pongo toda mi atención, quizás por mi formación como terapeuta y mis conocimientos de psicología. Escuchar a la gente es fundamental. Si todos lo hiciéramos más a menudo, los problemas se resolverían”, según la Reina belga.

Durante su visita fue acogida en todas las aldeas y villas que visitó con bailes y cantos de bienvenida, recibiendo como obsequio los típicos chales mozambiqueños llamados capulanas. “Se los enseñaré a mis hijos y a mi esposo nada más regresar. Ha sido muy emocionante el recibimiento de la gente en las calles, a pesar del calor extremo”, afirmó la soberana.