Margarita de Dinamarca ya ha pasado a pertenecer al club de los soberanos que tienen 80 años o más entre los que se encuentran Isabel II o Harald de Noruega. La Reina danesa está en un momento espléndido y no da ni síntomas de agotamiento en su ya dilatado reinado ni parece que el tema de la abdicación en favor de su hijo, el príncipe Federico, esté encima de la mesa. Margarita, que ha celebrado este cumpleaños confinada y sin los grandes festejos programados para su gran día, no perdió su característica alegría y disfrutó de las felicitaciones de manera virtual en un cumpleaños que “recordará como algo único” y en el que don Felipe y doña Letizia le mandaron un mensaje. Pese a todo, la soberana es consciente de la edad que tiene y en un nuevo libro ha hecho unas sorprendentes revelaciones.
En Con la reina en el Teatro Real, la dramaturga de ópera Nila Parly plasma el fruto de una decena de conversaciones mantenidas con Margarita de Dinamarca a lo largo de los cuatro últimos años, que tuvieron lugar en la biblioteca privada del Palacio de Amlienborg, su residencia oficial. La madre de los príncipes Federico y Joaquín es una enamorada del teatro, el ballet y la ópera y con bastante frecuencia se ha encargado de realizar el vestuario y la escenografía de muchos montajes.
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Margarita, o Daisy como la llaman los miembros de la realeza, siempre ha sido una persona muy jovial y por eso han sorprendido sus palabras en este libro. “Soy tan vieja y senil que creo que es genial cuando hay disfraces en el escenario. Especialmente en aquellas obras que están llenas de giros lingüísticos, de acción y cosas por el estilo. No puedes hacer eso con vaqueros ¿verdad?”, asegura en el ejemplar según recoge el periódico danés BT.
Respecto a las artes escénicas, Margarita asegura que cuando se ama este arte es una ventaja ser de la realeza porque puede ir siempre que quiera a ver una actuación. “Algo que me llena de alegría es que si hay un montaje en el Teatro Real que me gusta mucho puedo decir ‘¡voy esta noche!’ También lo hacía mi padre muchas veces, que fue en innumerables ocasiones a ver la ópera Salomé de Strauss”, según se recoge en el libro en el que también se cuenta que a menudo ve una obra en repetidas ocasiones para poder quedarse con todos los detalles. Al igual que hacía su padre, el rey Federico IX, la Reina se muerde la lengua cuando está disfrutando de un espectáculo. “Mi madre decía que mis hermanas y yo también lo hacíamos. Todavía lo hago cuando la música es realmente agradable, así que no puedo evitarlo”, relata.
En estas conversaciones que mantuvo con la autora, la Reina también explica cómo hay que llevar un gran vestido de gala. “Tienes que moverte con él de una manera especial”, cuenta Nila Parly que le dijo a la vez que manifiesta que la monarca le escenificó cómo debían ser los movimientos. “Si usas un vestido voluminoso no puede caminar así que también se trata de mover la cadera”, mientras aconseja que lo mejor es andar con ellos dando pequeños pasos.
No es la primera vez que la nuera de la princesa Mary hace revelaciones sorprendentes. En octubre de 2019 en una entrevista a un periódico sueco habló de su faceta institucional y familiar y aseguró que “definitivamente no soy la mejor abuela del mundo”. “Creo que son maravillosas esas abuelas que abrazan mucho a los niños. Yo no soy muy buena en eso.No soy una abuela de estar sentada tejiendo”, dijo entonces con su particular sentido del humor.
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