El príncipe Gustav, hijo de la princesa Benedicta, y Carina Axelsson contraerán matrimonio en Alemania el 4 de junio

¡Boda en la Corte danesa! El sobrino de la reina Margarita se casa tras casi 20 años de noviazgo

El testamento del abuelo del novio exigía que la novia fuera aristócrata y protestante, motivo por el que el enlace ha tardado tanto en celebrarse

Por Beatriz Castrillo

La Corte danesa vivirá en algo más de un mes una nueva boda real. El príncipe Gustav de Sayn-Wittgenstein-Berleburg, hijo mayor de la princesa Benedicta de Dinamarca y sobrino de la reina Margarita y de la reina Ana María de Grecia, se casará el próximo 4 de junio en Alemania con su pareja desde hace 19 años, la escritora estadounidense de literatura juvenil de ascendencia sueca y mexicana, Carina Axelsson. Los novios, ambos de 53 años, no han podido celebrar sus nupcias antes debido a un testamento del abuelo del Príncipe que exigía que la novia fuera noble, de raza aria y protestante para que no perdiera la jefatura de la casa Sayn-Wittgenstein-Berleburg y el castillo alemán de la dinastía.

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La boda tendrá lugar en la ciudad de Bad Berleburg, en el estado alemán de Renania del Norte-Westfalia, que cuenta con una población que ronda los 20.000 habitantes.Así lo ha confirmado la Casa Real a la revista danesa Billed Bladet. El príncipe Gustav es hijo primogénito de la princesa Benedicta y del príncipe Richard de Sayn-Wittgenstein-Berleburg. A la muerte de su padre, en 2017, asumió el cargo de jefe de esta casa principesca alemana y no figura en la línea de sucesión al trono danés. 

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Es su estatus de jefe de la dinastía el que ha impedido al príncipe Gustav casarse hasta ahora con el amor de su vida. Su abuelo, el príncipe Gustav Albrecht de Sayn-Wittgenstein-Berleburg, dejó escrito en 1939 en su testamento que la esposa del jefe de la Casa tenía que ser de raza aria, noble y protestante, para no perder los derechos dinásticos ni el castillo de Berleburg, ligado a este linaje. Carina no cumple con estos requisitos ya que es hija de madre mexicana, fue criada en el catolicismo y sus orígenes son humildes. Durante años, el príncipe Gustav ha luchado para revocar esta cláusula de las últimas voluntades de su abuelo en la Corte Suprema de Alemania. 

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No solo este controvertido testamento ha sido el único escollo que ha tenido que sortear en los últimos años el sobrino de la reina Margarita. Poco después del funeral de su padre tuvo que lidiar con una disputa por la herencia ya que su tío abuelo, el príncipe Ludwig-Ferdinand, apareció repentinamente en escena y afirmó que él era el legítimo heredero del castillo familiar. El caso estuvo durante tres años de peregrinaje por distintos tribunales germanos hasta que en el verano de 2020, un juzgado dictaminó que el príncipe Gustav es el heredero legítimo del castillo y del resto de propiedades que le corresponden como jefe de la Casa Principesca. Parece que esta resolución judicial sirvió para allanar el camino hacia el altar. El padre de Gustav Sayn-Wittgenstein-Berleburg no tuvo estos problemas a la hora de buscar esposa ya que se casó con la princesa Benedicta, que cumpliá con las exigencias demandadas para las consortes. 

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El príncipe Gustav es propietario del castillo de su familia desde su nacimiento, en 1969, ya que su abuelo se lo legó, así como todas las tierras colindantes. Siempre supo que él sería quien se haría cargo de la fortaleza de Berleburg, después de trabajar en finanzas en Londres durante varios años, se dedicó a administrar las posesiones de su padre.