El funeral por el alma de la infanta Pilar, hermana mayor del rey Juan Carlos, tendrá lugar el 31 de enero en la Catedral de La Almudena de Madrid a las 19.00 horas. La duquesa de Badajoz falleció el pasado 8 de enero a la edad de 83 años en la Clínia Ruber Internacional. Tras su fallecimiento, la capilla ardiente quedó instalada en su domicilio de la urbanizción Puerta de Hierro, a donde acudieron, además de sus cinco hijos, miembros de su familia, como los reyes Felipe y Leizia, don Juan Carlos y doña Sofía, las infantas Elena y Cristina y muchos amigos y familiares. Por expreso deseo de la familia el último adiós fue en la más estricta intimidad. La Infanta fue incinerada y sus cenizas se enterraron en el cementerio madrileño de San Isidro, junto a los de su marido, Luis Gómez -Acebo, fallecido en 1991.
Además de este homenaje, queda pendiente un solemne funeral en el Real Monstaerio de San Lorenzo del Escorial, que se anunciará en una fecha próxima. La tía de Felipe VI, por ser infanta España, habría tenido derecho a ser enterrada en el Panteón de Infantes del Monasterio, pero ella manifestó en vida su deseo de que sus restos permanecieran con los de su marido en el panteón familiar.
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Los cinco hijos que doña Pilar tuvo con Luis Gómez- Acebo: Simoneta, Juan, Bruno, Beltrán y Fernando estuvieron arropados por sus tíos los reyes Juan Carlos -muy unido a su hermana- y Sofía; y por don Felipe y doña Letizia. También se vio en el velatorio a Laura Ponte, exmujer de Beltrán Gómez- Acebo, que rota de dolor resaltó la figura de la que fue su suegra y abuela de sus hijos Laura y Luis. "Era la mejor. La voy a recordar como una mujer maravillosa y por su corazón".
La duquesa de Badajoz ingresó el pasado 5 de enero -día en que el rey Juan Carlos cumplía 82 años- por un agravamiento en su estado de salud. Padecía un cáncer de colon, del que había sido tratada en varias ocasiones. En febero de 2019 tuvo que ser trasladada de urgencia desde Mallorca -donde se encontraba de vacaciones- a Madrid por una obstrucción intestinal. Después se la vio en distintos actos públicos y en noviembre, solo dos meses antes del fatal desenlace, acudió a su querido rastrillo de Nuevo Futuro, organización de la que era presidenta de honor. Fue allí donde habló de que se encontraba bien y también comentó cuánto le había gustado el discurso de la princes Leonor en los Premios Princesa de Girona.
La primogénita de los condes de Barcelona fue siempre una mujer adelantada a su época y con una arrolladora personalidad. Conoció desde bien pequeña el exilio en Portugal, Francia e Italia, lo que hizo que dominara el inglés, francés, portugués e italiano. Cursó enfermería y ejerció como tal trabajando como voluntaria en varios hospitales. En 1954 celebró su puesta de largo, coincidiendo con su mayoría de edad. Poco después, y aunque su padre tenía pensado casarla con el rey Balduino de Bélgica, se casó con el aristócrata Luis Gómez-Acebo en Lisboa en 1967. Por amor renunció a sus derechos dinásticos, tanto para ella como para sus descendientes.
Rescatamos las imágenes inéditas familiares de la infanta Pilar
