Este lunes se han retomado las sesiones del juicio que enfrenta en los tribunales a la duquesa de Sussex, Meghan Markle, contra los tabloides británicos después de que uno de ellos publicara una carta privada que Meghan le había hecho llegar a su padre, Thomas Markle, en el mes de agosto de 2018. De cara a los nuevos cara a cara judiciales, la esposa del príncipe Harry tenía preparada una nueva estrategia que ya ha sido desvelada: el cambio de abogado. A partir de ahora, por tanto, no será David Sherborne el que la representará, sino uno de sus rivales.
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Tal y como ha confirmado The Times, Meghan Markle ha tomado la decisión de prescindir de los servicios del letrado, el mismo que ha llevado las cuestiones procesales del actor Johnny Depp en su guerra contra su exmujer, Amber Heard. Entre los clientes que han pasado por las manos de Sherborne a lo largo de su trayectoria profesional, también destaca la propia Diana de Gales, la recordada madre del duque de Sussex y suegra, por tanto, de la propia Meghan.
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Asimismo, Sherborne también ha trabajado en el pasado para celebrities y personalidades de muy distintos ámbitos sociales, tales como Donald y Melania Trump, Tony Blair, Chelsea Clinton, Cheryl Cole, las Spice Girls, Paul McCartney, Kate Moss, Hugh Grant y Elton John y su marido, David Furnish.
Desde este momento, pues, será el abogado Justin Rushbrook el encargado de sustituir a David Sherborne en calidad de letrado principal. Este último, recordemos, perdió el primer asalto en la batalla de la duquesa de Sussex contra dos periódicos británicos. El juez Mark Warby decidió desestimar, por aquel entonces, partes de la demanda en las que Meghan acusaba al grupo editorial al que pertenecían los tabloides, Associated Newspaper, de haber actuado de manera "deshonesta", contribuyendo a deteriorar así la relación entre su padre y ella.
En este sentido, Warby determinó en la audiencia previa al juicio -el pasado mes de mayo- que algunas de las alegaciones eran "irrelevantes para el propósito de la demanda" por uso indebido de información privada, vulneración de los derechos de propiedad intelectual e incumplimiento de la ley de protección de datos, por lo que no deberían formar parte del caso. Con todo, se instó a Meghan Markle a abonar al periódico las costas legales, que ascendían a más de 70.000 euros.
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