Desde el momento en el que Oprah Winfrey supo que iba a realizar la entrevista más explosiva de la realeza británica, desde aquella inolvidable conversación de la princesa Diana con Martin Bashir para la BBC hace ya 25 años, la periodista supo que el escenario para llevarla a cabo tenía que ser tan cómodo como neutral, y así fue. Aunque inicialmente se especuló con que el lugar elegido había sido la mansión que Harry y Meghan tienen en Montecito, la realidad es que fue filmada en la exclusiva residencia californiana de Gayle King, periodista de CBS e íntima amiga de Oprah desde hace 43 años y a su vez también conocida de Meghan.
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De hecho, fue la propia Gayle King, quien durante una de sus participaciones televisivas tras la emisión de la entrevista, desmintió los bulos sobre la localización de la entrevista aunque se resistió a confirmar que era la mansión de su propiedad. “Grabaron en la casa de un amigo. La gente decía que estaba en la casa de Oprah o en la de Harry y Meghan,pero en realidad era la casa de un amigo en común" afirmaba King.
La mansión rodeada de una frondosa vegetación se convirtió en el lugar perfecto para llevar a cabo la entrevista, brindando a la pareja la intimidad y privacidad que tanto anhelaban para este encuentro. Sentados en una sillas de mimbre con una mesa baja en el centro colocada sobre una alfombra de ratán natural y custodiados por varios pilares de piedra, así como por algunas macetas de terracota estratégicamente colocadas, Oprah llevó a cabo la que ha sido calificada por muchos como la gran entrevista de su vida.
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El interior de su casa, Gayle King, quien fue una de la invitadas en la baby shower de Meghan, tiene múltiples obras de arte y esculturas, así como arreglos florales, puertas de colores y techos verdes, por lo que su jardín era mucho más impersonal e informal y según ha señalado la prensa inglesa el mejor telón de fondo para mostrar a Meghan y a Oprah como 'hermanas que no compiten' y convertir este encuentro en una charla “entre amigos” que en una entrevista típicamente formal.
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Pero además de agradecer a Gayle que prestara desinteresadamente su casa, la locutora también es la responsable de la amistad surgida entre los duques de Sussex y Oprah, pues fue ella, amiga de Meghan, quien los puso en contacto telefónico. Al parecer, y tal y como señala Daily Mail la conexión fue instantánea y en marzo del citado año Winfrey estaba pasando unos días en Londres y recibió la invitación de Meghan Markle de reunirse con ella en el Palacio de Kensington. Aceptó y aquel encuentro supuso el inicio de una amistad que se ha extendido incluso a Doria Ragland. Y es que tan solo un mes después de aquel primer encuentro, la madre de Meghan estuvo con la presentadora en la casa que esta tiene en Montecito y allí practicaron yoga y disfrutaron de un agradable aperitivo.
Es por ello que tanto Oprah como King, que lejos de competir en la pequeña pantalla, suelen apoyarse y ayudarse siempre que tienen ocasión, estuvieron entre las invitadas a la boda real de los duques de Sussex, aunque la primera acudió en calidad de invitada y la segunda lo hizo como reportera logrando una audiencia de más de cuatro millones de espectadores durante su cobertura del enlace en la CBS.
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