La relación entre los príncipes Guillermo y Harry hace tiempo que no atraviesa por su mejor momento y la entrevista en la que el duque de Sussex y Meghan Markle se sinceraron con Oprah Winfrey no ha contribuido a un acercamiento. Sin embargo, hay algo que les une para siempre y que no es la primera vez que hace que los hermanos olviden sus rencillas por ello. Se trata del recuerdo de su madre, la recordada Diana de Gales, fallecida en un accidente de tráfico en París en agosto de 1997. Hace años que sus hijos plantearon rendirle un homenaje en forma de estatua en los járdines de Kensington y, tras varios retrasos, han dado un paso fundamental para que la inauguración pueda tener lugar el próximo 1 de julio como está previsto: ya han aprobado el diseño final de la obra.
El duque de Cambridge y el de Sussex anuncian cómo será el próximo homenaje a su madre
Los Príncipes han acordado que la estatua sea de bronce. Además, los responsables municipales de los distritos de Kensington y Chelsea, encargados de la planificación del proyecto, han revelado más detalles, según ha informado el Daily Mail. Jane Sidell, inspector de monumentos históricos de Inglaterra, ha revelado que "la localización ha sido escogida cuidadosamente, con la estatua situada a un lado de uno de los caminos del llamado jardín hundido, cerca de un espacio abierto entre los setos". Además, ha asegurado que "será visible para el público que visite el jardín pero no afectará a las vistas del palacio o desde el mismo debido a su posición ligeramente hundida".
El responsable de levantar la estatua de Diana de Gales es el escultor Ian Rank-Broadley, quien también se encargó de hacer la imagen de la reina Isabel II de Inglaterra, la misma que aparece en todas las monedas británicas desde el año 1998. Para elegir a este diseñador, tanto el duque de Cambridge como el de Sussex se dejaron ayudar por Lady Sarah McCorquodale, hermana de Diana, y por el exjefe de personal, Jamie Lowther-Pinkerton. "Ian es un escultor extremadamente talentoso y creará un tributo a nuestra madre que perdurará en el tiempo. Estamos deseando presentar la estatua, que permitirá a todos aquellos que visiten el Palacio de Kensington recordarla y celebrar su vida y su legado", dijeron entonces los hermanos tras seleccionar al artista.
En un principio, la escultura se encargó para conmemorar el vigésimo aniversario de la muerte de la princesa, a fin de "reconocer su impacto positivo en el Reino Unido y, en definitiva, en todo el mundo", pero la instalación de la misma se ha retrasado. Por ello, el príncipe Harry y el duque de Cambridge tomaron la decisión de aprovechar el que habría sido el 60º cumpleaños de su madre para colocarla en el conocido como jardín hundido, dentro de las inmediaciones de Kensington. "Nos han conmovido las amables palabras y los recuerdos que tanta gente ha compartido de nuestra madre en los últimos meses. Está claro que el significado de su trabajo aún se siente en Reino Unido y en el mundo, incluso 20 años después de su muerte", afirmaron el duque de Cambridge y el de Sussex en un comunicado conjunto emitido cuando anunciaron el proyecto. Se espera que el día de su inauguración, el 1 de julio, sea también el del reencuentro público de Guillermo y Harry, pero eso es algo que ninguno ha confirmado aún.
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