La decisión de Carlos III de desalojar a los duques de Sussex de su casa de Frogmore Cottage, en Windsor, la única residencia que tenían en Reino Unido y el único lugar en el que el príncipe Harry decía sentirse seguro en suelo británico, ha causado un gran revuelo. Los implicados están en shock y parece que los ataques que el Duque dedica a la reina Camilla en su biografía habrían desatado la indignación del Rey.
Lo cierto es que la gran perjudicada del libro En la sombra es Camilla, a la que Harry menciona poco pero a la que considera responsable de filtrar historias a la prensa, a la que se refiere como la Otra Mujer y a la que califica de peligrosa.
Carlos habría decidido tomar medidas después de conocer el contenido del libro ya que consideraba que su hijo menor había “cruzado la línea” y había causado su enfado, según publica The Mirror citando a varias fuentes.
El tabloide británico asegura que el proceso de desalojo de Frogmore Cottage comenzó el 11 de enero, justo un día después del lanzamiento mundial de la autobiografía y habría supuesto un punto de no retorno en la ya maltrecha relación que el rey Carlos y el príncipe Guillermo tienen con el príncipe Harry.
- Todo lo que el Rey querría olvidar y no le dejan
Los comentarios de Harry sobre la Reina consorte “han sido la gota que colmó el vaso. Harry era muy consciente de que Camilla sería una línea roja para su padre y la cruzó con flagrante desprecio”, destaca otra fuente al rotativo. Los Sussex tienen hasta después de la coronación, es decir principios de verano, para salir definitivamente de la que ya no será su casa en Gran Bretaña.
En su libro, Harry habla de la mujer de su padre de esta manera: “Empezaron a aparecer noticias en todos los periódicos sobre su conversación con Willy, crónicas que recogen detalles minuciosos, ninguno de los cuales provenía de mi hermano, por supuesto. Solo podía haberlos filtrado la única otra persona presente”, en referencia a Camilla.
En otro momento del libro reconoce que: “Yo quería muchas cosas, pero me sorprendí a mí mismo al descubrir, durante la boda, que lo que más deseaba, a pesar de todo, era que mi padre fuera feliz. Por extraño que parezca, quería que Camilla fuera feliz. ¿A lo mejor resultaba menos peligrosa siendo feliz?”.
El nuevo inquilino de la vivienda
El próximo morador de Frogmore Cottage sería el príncipe Andrés. En aras de una monarquía más sostenible, Carlos le habría dicho a su hermano, arrinconado institucionalmente después de verse salpicado por el Caso Epstein, que abandonara su vivienda actual, el lujoso Royal Lodge de 30 habitaciones y se mudara a la casa de su sobrino, más pequeña (tiene 5 dormitorios) y más económica de mantener. El duque de York, según apunta la prensa británica, sería reticente al cambio a pesar de que el Royal Lodge tiene unos serios problemas de humedades que exigen unas cuantiosas obras que no puede pagar porque ya no cobra un sueldo por labores de representación de la Corona.
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