Casinos lujosos, una bahía con los mejores yates y una imparable vida cultural, en definitiva, Mónaco siempre será Mónaco. El lugar lujoso que un día soñaron los príncipes Raniero y Grace y que su hijo, el príncipe Alberto, ha sabido potenciar. El soberano monegasco fue uno de los primeros mandatarios que comunicó que estaba contagiado de COVID-19 el pasado marzo. Después de recuperarse y de reducir un 40 por ciento el presupuesto que el Estado otorga al funcionamiento del Palacio con el fin de mitigar la crisis económica, se puso manos a la obra y este es el resultado. La vida cultural vuelve a Montecarlo y con ella reaparece Carolina de Mónaco, Princesa de Hannover, prácticamente desaparecida en el último año.
La presencia de la hermana mayor de Alberto de Mónaco en el primer evento que se celebra en la nueva Plaza del Casino, una ópera que tuvo lugar el pasado sábado, ha sido muy significativa. En este 2020 Carolina ha medido cada una de sus apariciones. El enero acudió a un desfile de Chanel con su hija Alexandra de Hannover y después se retiró hasta que el ineludible funeral de su querida prima, Elizabeth-Ann de Massy, le hizo estar en la Catedral de Mónaco. Esta ceremonia se celebró el 17 de junio y desde entonces no se había dejado ver en público en un acto del Principado.
La comunicación oficial que se hace desde el Palacio anunció su presencia, junto a la de Su Alteza Serenísima el Príncipe Soberano, como siempre: Su Alteza Real la Princesa de Hannover. Un título que le sigue perteneciendo, aunque viva separada de Ernesto de Hannover desde el pasado 2009, y del que no prescinde aunque el príncipe Ernesto haya vivido su verano más complicado protagonizando varios altercados con la policía del lugar en el que reside en Austria, Grünau im Almtal.
No solo Carolina de Mónaco acudió el pasado sábado a la espectacular Plaza del Casino, que la pasada primavera fue sometida a una renovación para crear un espacio abierto y modular que permita celebrar eventos al aire libre, también estuvieron presentes Beatrice Borromeo, mujer de Pierre Casiraghi y muy activa en cuanto al apoyo que le brinda con su presencia al príncipe Alberto, y una buena representación de la famila de Massy, entre ellos el hijo de la fallecida el pasado junio, Elizabeth Ann de Massy, el barón Jean-Leonard Taubert de Massy.
La nueva explanada acogió una ópera que protagonizó la portentosa voz de la mezzosoprano italiana Cecilia Bartoli, bajo la batuta del director de orquesta Gianluca Capuano y músicos del Principado. Una velada organizada por la Sociedad de Baños del Mar y la ópera de Montecarlo que es la antesala de la que será la vida cultural de Mónaco durante los próximos meses para lo que, mientras el mundo se confinaba, se comenzó esta remodelación de la Plaza del Casino. Paralelamente y cuando las medidas sanitarias lo han permitido, en Mónaco se han ido reanudando las actividades deportivas, con la participación de la princesa Charlene, y aquellas citas al aire libre que han ido devolviendo la vida a las calles de la Roca. Como la reciente recogida de residuos que hizo el Príncipe acompañado por sus pequeños, los príncipes Jacques y Gabriella.
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