Carolina y Estefanía de Mónaco han acompañado a su hermano en varios actos públicos

El cambio que se ha experimentado en palacio mientras la princesa Charlene no estaba

Coincidiendo con su ausencia, ha cobrado protagonismo Nicole Coste, madre del hijo del príncipe Alberto, que acudió a la solemne misa de Santa Devota

Por Beatriz Castrillo

Los catorce meses que la princesa Charlene lleva ausente de la vida pública de Mónaco por problemas de salud han obligado a palacio a adaptarse ante una circunstancia excepcional que se ha ido dilatando en el tiempo. La consorte del jefe del Estado monegasco tiene las funciones de dar apoyo a la labor institucional de su marido, le acompaña en actos, desarrolla su propia agenda oficial y participa en actividades de su Fundación y de otras entidades con las que colabora. Debido a la convalecencia de la Princesa, el soberano ha estado arropado en las grandes citas de La Roca por sus hermanas, las princesas Carolina y Estefanía, y por todos sus sobrinos que hicieron piña y estuvieron presentes en el balcón del Palacio Grimaldi, el pasado noviembre, durante los festejos del Día Nacional. Además, una persona que durante 16 años se ha mantenido en un discreto segundo plano ha cobrado un gran protagonismo coincidiendo con el retiro de Charlene. Se trata de Nicole Coste, madre del hijo del príncipe Alberto, que acudió por primera vez a un acto público, en el que coincidió con el soberano y con su hermana mayor. 

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Nicole Coste habla por primera vez en 16 años

La ex del Príncipe rompió su silencio y dio su primera entrevista el pasado septiembre después de que en 2005 revelara en París Match que Alberto de Mónaco era el padre de su hijo Alexandre que ahora tiene 18 años. En la misma revista francesa, la antigua azafata togolesa de Air France habló de la relación entre el soberano y su hijo y lo hizo en un momento en el que el matrimonio de los Príncipes estaba siendo más cuestionado que nunca. Algunos medios hablaron de crisis matrimonial  ya que pasaron separados su décimo aniversario de boda, que tuvo lugar en julio, y Charlene llevaba varios meses en Sudáfrica con una grave infección otorrinolaringológica. Nicole contó, entre otras cosas, que "Alberto siempre ha asumido su papel de padre y nunca se ha tenido que llegar a ningún acuerdo económico entre nosotros" a la vez que señaló que padre e hijo se parecen mucho y tienen una increíble complicidad. 

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En sus declaraciones, Nicole Coste fue más allá e  hizo unas incendiarias afirmaciones sobre Charlene en las que dijo: "Teniendo en cuenta nuestros respectivos lazos con el Príncipe deberíamos apoyarnos cordialmente. En nuestra situación la diplomacia debe imponerse". No se quedó ahí y añadió: "He vivido cosas que me han alertado e impactado" y recordó un episodio que sucedió cuando Alberto de Mónaco y la exnadadora estaban comprometidos. "Ella, por ejemplo, cambió a mi hijo de habitación, aprovechando la ausencia de su padre, y lo instaló en el ala de los empleados", aseguró. Unas palabras que el monarca monegasco calificó de "inapropiadas" en otra entrevista que concedió a  Point de Vue. Alexandre no es el único hijo que el príncipe Alberto tuvo antes de su matrimonio con Charlene. Fruto de un breve noviazgo  con la estadounidense Tamara Rotolo nació hace 30 años Jazmin Grace Grimaldi. Con la Princesa, con la que se casó en 2011, dio la bienvenida en 2014 a sus mellizos, Jacques y Gabriella. 

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Sin embargo, la gran sorpresa vino el pasado 27 de enero durante la misa de Santa Devota, patrona del Principado. Ese día,entre las personas que se encontraban en la Catedral de Mónaco estaba Nicole Coste que, vestida entera de blanco y con zapatos dorados, acudió por primera vez a un acto oficial en el que además del soberano se encontraba la princesa Carolina, que ejercía de primera dama. Su presencia fue especialmente llamativa por el momento en el se produjo, coincidiendo con el ingreso de Charlene en una clínica de Europa. 

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La princesa Carolina vuelve a ejercer de primera dama

La presencia de la princesa Carolina también se ha incrementado en el ámbito institucional y se ha vuelto a convertir en el centro de todas las miradas del pequeño país diez años después de que pasara el testigo a Charlene. Tras la muerte de su madre, la princesa Grace en un fatídico accidente de coche en 1982, su primogénita tuvo que salir a escena, primero en el papel de acompañante de su padre, Raniero III, y tras la muerte de éste, en 2005, y hasta la boda con la exnadadora, (en 2011) de su hermano Alberto. Así las cosas, Carolina de Mónaco brilló con su elegancia innata y su estilo en la gala de la Salud Planetaria que tuvo lugar en septiembre y en la que se premió a la actriz Sharon Stone. En compañía de su hija, Carlota Casiraghi, y sus nueras, Beatrice Borromeo y Tatiana Santo Domingo, estuvo con el soberano en la gala de la Cruz Roja. Por su parte, la princesa Estefanía también ha sido un pilar fundamental en estos últimos meses para su hermano. Junto a él viajó de manera oficial a Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, sustituyendo así a Charlene, para inaugurar el pabellón de Mónaco en la Exposición Universal que se celebró el pasado noviembre en el país árabe.  

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Otra de las cosas que han cambiado ha sido cómo la familia Grimaldi se ha volcado por completo con el príncipe Alberto. Algo que quedó patente el 19 de noviembre, en los actos del Día Nacional donde todos arroparon al monarca. Incluso se vio a Carlota Casiraghi con su hijo Raphäel después de tres años sin aparecer en el balcón de Palacio. Además de los allegados del Príncipe también estuvieron en la misa de acción de gracias y el Te Deum, oficiado por el arzobispo Dominique-Marie David, los hermanos de Charlene, Gareth (con su mujer Roisin Galvin) y Sean Wittstock, en una jornada en la que la Princesa estuvo muy presente.