Jacques y Gabriella de Mónaco reciben una medalla bajo la orgullosa mirada de sus padres

El príncipe Alberto y Charlene no han querido perderse esta entrega de premios tan especial en la que se ha galardonado la estancia de sus hijos en un campamento de actividades acuáticas y vida marina

Por Belén Nava M.

Alberto y Charlene de Mónaco han acudido este viernes a una entrega de galardones inolvidable, puesto que entre los ganadores se encontraban sus dos hijos. Los mellizos Jacques y Gabriella han recibido un diploma tras una semana de formación en la que han estado descubriendo  la navegación y el mundo marino gracias a una iniciativa llamada Seadventures Summer Camp que pone en marcha el Club Náutico de Mónaco. Con siete años, los príncipes se han convertido en dos simpáticos grumetes que han posado junto a sus medallas (dos cada uno) y en compañía de sus papás, muy sonrientes y orgullosos de los logros de sus pequeños.

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Tan contento estaba el soberano monegasco con esta nueva faceta de Jacques y Gabriella que incluso ha llevado su propia cámara de fotos para inmortalizar la gala. Los mellizos, con ropa deportiva y gorra para hacer frente a las altas temperaturas estivales, han recibido las medallas junto a otros compañeros de aventura. En esos momentos, Alberto II, como cualquier otro papá, se ha colocado tras el objetivo y, agachado para no perderse ningún detalle, ha hecho numerosas instantáneas. De esta manera, los pequeños Príncipes recordarán para siempre esta experiencia tan divertida y didáctica. Un bonito momento que ha sucedido bajo la atenta mirada de Charlene, siempre muy pendiente de las actividades de sus vástagos. 

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Las vacaciones escolares están siendo muy intensas para Jacques y Gabriella de Mónaco, ya que la semana anterior también se adentraron en el universo marítimo con un curso de iniciación al buceo y salvamento acuático realizado en la academia marina monegasca, conocida como Ecole Bleue (Escuela azul). Los Príncipes parecen haber heredado de su madre la pasión por las actividades que tienen que ver con el agua e incluso aprendieron a nadar con temprana edad. Cabe recordar que la esposa del soberano monegasco se dedicaba profesionalmente a la natación. En este deporte fue campeona de Sudáfrica y con su país quedó quinta por equipos en los Juegos Olímpicos de Sydney. También se clasificó para las Olimpiadas de Pekín pero no las llegó a disputar porque se retiró de la competición.  

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Poco a poco la princesa Charlene va retomando la normalidad e intensificando sus salidas. Esta misma semana acudía a un acto solidario con la firma joyera Maison Van Cleef & Arpels y sorprendía ejerciendo de guía para los turistas que visitaron el Palacio Grimaldi tras someterse a una profunda remodelación. Además, aprovecha estas vacaciones para pasar el máximo tiempo posible con sus hijos tras los meses que han tenido que estar separados. Cabe recordar que una infección otorrinolaringológica hizo que estuviera seis meses en Sudáfrica y a su regreso a casa ingresó durante prácticamente cuatro meses en una clínica de Europa para recuperarse de un agotamiento físico y emocional profundo. Una muestra más de que Jaki y Bella, como los llaman cariñosamente en su hogar, están totalmente integrados en la vida pública del Principado y acompañan a la Familia en muchos actos oficiales también fuera del país.

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