Desde que recuperó su agenda tras su larga convalecencia derivada de una grave infección otorrinolaringológica, la princesa Charlene participa intensamente de la agenda institucional del Principado. Junto con su marido, el príncipe Alberto, se ha desplazado hasta el Vaticano donde ha mantenido un encuentro con el Papa Francisco. Una visita que se produce solo dos días después de que la viéramos deslumbrante con un vestido floral en una de las citas más importantes del Principado, la gala de la Cruz Roja.
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Charlene, nacida y criada en el protestantismo, se convirtió al catolicismo tres meses antes de su boda con el monarca monegasco, una conversión que exige la Constitución del país, tanto para reinar como para legitimar la sucesión. En esta ocasión no ha hecho uso del 'privilegio de blanco' que permite a las Reinas o consortes de países católicos vestir de este color ante el Santo Padre. Aunque Charlene es Princesa, en el año 2013 sorprendió haciendo uso de este privilegio en una audiencia con Benedicto XVI convirtiéndose en la primera consorte monegasca que vestía de blanco ante un Papa. Después de esa ocasión ha vuelto a la Ciudad del Vaticano tanto de oscuro como de blanco. Antes de esta visita, Alberto y Charlene se encontraron con el Papa en el año 2018.
Para el encuentro, la Princesa ha tirado de austeridad, pero sin renunciar a su estilo sofisticado y vanguardista, con un vestido de escote palabra de honor que tenía un top de manga larga transparente en negro, zapatos nude, mantilla oscura sobre su cabeza, unos sencillos pendientes, su imponente anillo de compromiso y un Rosario al cuello, símbolo de su profundo sentimiento religioso al que se ha aferrado durante los largos meses que estuvo ausente de la vida pública del Principado para recobrar la salud. El toque fashion lo ha puesto en sus uñas al llevarlas pintadas de negro, el mismo tono que eligió para la gala de la Cruz Roja.
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La pareja principesca accedió al Vaticano por el Patio de San Dámaso y fueron recibidos a su llegada por diferentes personalidades eclesiásticas. Después llegó el Pontífice en un vehículo para reencontrarse con el matrimonio en una audiencia privada. La Princesa ha tenido momentos en los que se la ha visto en actitud de recogimiento, reflexiva y elevando la mirada al cielo que dan muestras de la importancia que para ella ha tenido esta reunión con el Papa.
Una vez en el despacho papal y tras los saludos pertinentes, el Papa ha posado con la delegació monegsaca encabezada por el monarca y su esposa y se ha realizado la entrega de regalos, que han interesado mucho a la Princesa. Después,los tres han mantenido una reunion a solas.
La agenda de la Santa Sede estaba libre este miércoles, después de que el Papa realizara un día antes un videomensaje al II Congreso Católico Panafricano. Así que ha podido recibir al monarca y su esposa en este encuentro privado.
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