La tirita que lució en la cabeza el príncipe Alberto la pasada semana al inaugurar la Navidad en el Palacio Grimaldi causó muchas preguntas. Las incógnitas tienen ahora respuesta: el soberano monegasco tenía un apósito porque ha sido operado. Según recoge el canal televisivo RTL 4, ha pasado por el quirófano a los 64 años para eliminar unas manchas que tenía en la frente, la nuca y la nariz. Se trataría de una cirugía preventiva en la que no se han descubierto indicios de preocupación. En 2014 ya se sometió a una intervención dermatológica en la que le extirparon una mancha benigna.
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Alberto de Mónaco se prepara para disfrutar de una Navidad en familia en la que, con toda seguridad, la ilusión de los niños inundará cada rincón. El jefe del Estado asegura en People que aún le faltan las últimas compras porque ha sido un año muy ajetreado, con muchos viajes y reuniones, pero sí ha podido escribir a Papá Noel una carta con las indicaciones de los regalos que desean en su hogar. Los mellizos Jacques y Gabriella, de ocho años, recibirán "diferentes juegos" ya que sus gustos cambian constantemente mientras que su esposa quiere "algo práctico".
Con los niños han estado esta misma semana en una función de Navidad en un pequeño teatro de Mónaco en el que Jacques y Gabriella han asistido a un taller interpretativo. Parece, por tanto, que han heredado de su abuela Grace Kelly la pasión por el mundo del arte. Además, según ha contado el Príncipe, también son muy aficionados al deporte y practican taekwondo y tenis en la escuela”además de recibir clases de natación, deporte al que se dedicó profesionalmente la princesa Charlene. Los pequeños príncipes también acuden a muchos actos oficiales y antes de acudir sus padres les explican en sus habitaciones en qué consisten esas citas institucionales y su significado.
Las fiestas navideñas se van a dividir en dos partes para los Grimaldi. La primera se desarrollará en el Principado y después se tomarán "una semana libre para unas vacaciones familiares, viendo el Año Nuevo en un lugar diferente". El príncipe Alberto ha preferido no dar detalles de su destino y se ha limitado a decir que se trata de un lugar en el que hay un clima "caliente y frío". Sea como sea, se trata de una escapada que disfrutarán más que nunca ya que hace justo doce meses no estaba en casa la princesa Charlene puesto que se encontraba ingresada en una clínica de Europa.
Muy orgulloso de Charlene
Según ha ido avanzando el 2022, la normalidad ha regresado de manera paulatina a la Familia Principesca de Mónaco. Desde que en abril la princesa Charlene retomó su agenda oficial tras quince meses retirada de la vida pública y cerca de un año recuperándose de una grave infección otorrinolaringológica, su actividad se ha incrementado y su recuperación ha avanzado. El príncipe Alberto se confiesa "realmente orgulloso" de su esposa tras una etapa que califica como extremadamente difícil. "A Charlene le está yendo muy bien. Ha participado activamente en una gran cantidad de eventos diferentes, se está involucrando más en la vida pública y se ocupa de las cosas que le apasionan". También ha reanudado la toma de decisiones respecto a la administración de su hogar y supervisa los cambios que se hacen en el Palacio, ahora abierto al público.
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