Haakon y Mette-Marit de Noruega fueron la viva imagen de la felicidad durante su visita de tres días a Vestfold. Un condado, ubicado al oeste del fiordo de Oslo, que el Príncipe heredero conoce bien por haber pasado de niño unas vacaciones de verano en el municipio de Tjøme que se encuentra en esta región. Las rutilantes sonrisas de la pareja principesca nada más poner pie en tierra en la ciudad de Svelvik, a su llegada a bordo del Norge, el yate real noruego, no dejaban lugar a dudas de que habían atracado en buen puerto: la casa de la felicidad.

Los príncipes Haakon y Mette-Marit abordaron el intenso programa oficial de su visita del 4 al 6 de septiembre con mayor entusiasmo a cada paso de su recorrido -desde Svelvik, pasando por las ciudades costeras de Holmestrand, Åsgårdstrand, Notteroy y Lardal, hasta concluir su viaje en Staven; a cada parada les aguardaba una bienvenida reconstituyente más cálida, más dulce, más colorida que la anterior.

Haakon y Mette-Marit de Noruega se animaron a echar una partida a la petanca en su primer día de visita. Para darlo todo en el terreno de juego, la Princesa se cambió los stilettos negros que lució a su llegada por unas manoletinas de color nude que le proporcionarían mayor estabilidad para el lanzamiento de la bola en el arenero. Los príncipes Haakon y Mette-Marit demostraron una vez más que saben adaptarse a las reglas del juego de cada acto oficial, pero sobre todo que hacen buen equipo.

Mette-Marit de Noruega, muy concentrada, lanza la bola durante su turno.

Haakon y Mette-Marit de Noruega bromeando durante la partida.

Mette-Marit de Noruega incluyó en el equipaje de su visita a Vestfold ropa de abrigo de la exclusiva firma Altuzarra y conjuntos de sus diseñadores favoritos, como este vestido de la foto de la casa Valentino. Con este sofisticado look, la princesa Mette-Marit hizo un turístico recorrido en carro por las calles de Svelvik junto al príncipe Haakon. 

Mette-Marit de Noruega demostró la calidez de una Princesa del norte en muchos momentos de esta visita. Los mayores, los niños, los jóvenes, las mascotas... todos recibieron sus atenciones.

Los príncipes Haakon y Mette-Marit participaron en todos los desafíos de la visita: excursiones naturales, exhibiciones deportivas, bocados 'sorpresa'...

Mette-Marit de Noruega reparó en todos y cada uno. De todos es conocido su amor por los animales, así que a nadie sorprendió que, a su llegada a la casa del pintor Edvard Munch, se detuviera unos instantes a saludar y a satisfacer las demandas de cariño de un perro que recordaba a Milly Kakao, la propia mascota de la Familia Real noruega.  

La breve pero intensa visita a Vestfold de los príncipes Haakon y Mette-Marit fue sobre ruedas, en ocasiones literal.

Los príncipes Haakon y Mette-Marit visitaron en Åsgårdstrand la casa de verano de Edvard Munch. Algunas obras del famoso pintor noruego fueron pintadas en esta residencia, que él apodó la casa de la felicidad.

La pintura de Edvard Munch Chicas jóvenes en un puente, que representa a tres mujeres jóvenes apoyadas en la barandilla del puente de Åsgårdstrand, fue reconstruida, en un cuadro viviente, para la visita de Haakon y Mette-Marit de Noruega.

Haakon y Mette-Marit de Noruega estuvieron a la altura de las circunstancias. Los Príncipes se agacharon para recibir de manos de dos preciosos niños los tradicionales ramos de flores de bienvenida a su llegada a Notteroy.

Los príncipes Haakon y Mette-Marit tomaron café y algunos bocados sorpresa, que desafiando a sus papilas gustativas debían adivinar, durante su visita a un campamento de jóvenes scouts en el parque Rosahaug Park de Notteroy, municipio e isla de Vestfold.

Mette-Marit de Noruega cambió los vestidos de firma por ropa de montaña durante una excursión en Vestfold.

También ha habido espacio para las anécdotas en el apretado programa. Mette-Marit de Noruega conoció durante su visita a Vestfold a otra Mette-Marit, bautizada en la prensa noruega como la hermana de la Princesa. La propia princesa Mette-Marit publicó en sus redes, porque no todos los días “una se topa con una Mette-Marit”, una foto del encuentro. La otra Mette Marit (Bie Sørum, de apellidos) trabaja para la Universidad del Sudeste de Noruega y cuenta lo amables que fueron los Príncipes y, entre risas, que el príncipe Haakon le dijo al despedirse: “Te volveré a saludar, al menos sé cómo te llamas”.

Fueron intensos días de visita oficial, pero también los días más bellos en casa de la felicidad.