2/12¿La carne de cerdo es saludable?
La carne de cerdo, por su cantidad de minerales, vitaminas y proteína, sí, es saludable. Y aún más la ibérica por su contenido en grasas beneficiosas que reducen los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares, previene el aumento de la tensión arterial y la trombosis, disminuye la presencia de los lípidos perjudiciales y aumenta los antioxidantes.
Pero si nos referimos a la carne de cerdo blanco los beneficios para la salud tampoco son escasos. No tiene mucha grasa, es muy digestible, posee menos colesterol y más vitaminas que otras carnes como la de vacuno o la de cordero y, si la cocinamos a la plancha, su aporte calórico es moderado.
¿Cómo cocinar la carne de cerdo?
Es una carne que tiene fama de quedar seca, pero todo depende de la forma cómo se cocine (y recuerda que el blanco es más magro que el ibérico pero éste tiene más grasa). Por ejemplo, si la haces en la sartén, hay que vigilar que la temperatura no esté muy alta; puedes marinarla para ablandarla o, incluso, rebozarla antes de cocinarla y, si optas por el horno, tienes que precalentarlo y cocinar la carne con algún líquido y verduras para que no se reseque en exceso.
El cerdo queda ideal guisado, por ejemplo en ragús, menestras, con verduras, legumbres, arroz y/o pasta y otro punto importante a tener en cuenta es que todas las piezas -y más si son frescas o han sufrido algún tratamiento previo- no exigen ni el mismo tiempo ni la misma temperatura de cocinado -ni tampoco todas tienen las mismas cualidades nutricionales-.
Exiten numerosos recetarios con carne de cerdo, tanto blanco como ibérico, con infinidad de propuestas de todo tipo. Nosotros recuperamos del nuestro 10 recetas: 5 con cada uno de ellos, que son bastante fáciles de preparar, no exigen demasiado tiempo y, como siempre, con resultados que estamos convencidos de que te seducirán.
¿La carne de cerdo es saludable?
La carne de cerdo, por su cantidad de minerales, vitaminas y proteína, sí, es saludable. Y aún más la ibérica por su contenido en grasas beneficiosas que reducen los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares, previene el aumento de la tensión arterial y la trombosis, disminuye la presencia de los lípidos perjudiciales y aumenta los antioxidantes.
Pero si nos referimos a la carne de cerdo blanco los beneficios para la salud tampoco son escasos. No tiene mucha grasa, es muy digestible, posee menos colesterol y más vitaminas que otras carnes como la de vacuno o la de cordero y, si la cocinamos a la plancha, su aporte calórico es moderado.
¿Cómo cocinar la carne de cerdo?
Es una carne que tiene fama de quedar seca, pero todo depende de la forma cómo se cocine (y recuerda que el blanco es más magro que el ibérico pero éste tiene más grasa). Por ejemplo, si la haces en la sartén, hay que vigilar que la temperatura no esté muy alta; puedes marinarla para ablandarla o, incluso, rebozarla antes de cocinarla y, si optas por el horno, tienes que precalentarlo y cocinar la carne con algún líquido y verduras para que no se reseque en exceso.
El cerdo queda ideal guisado, por ejemplo en ragús, menestras, con verduras, legumbres, arroz y/o pasta y otro punto importante a tener en cuenta es que todas las piezas -y más si son frescas o han sufrido algún tratamiento previo- no exigen ni el mismo tiempo ni la misma temperatura de cocinado -ni tampoco todas tienen las mismas cualidades nutricionales-.
Exiten numerosos recetarios con carne de cerdo, tanto blanco como ibérico, con infinidad de propuestas de todo tipo. Nosotros recuperamos del nuestro 10 recetas: 5 con cada uno de ellos, que son bastante fáciles de preparar, no exigen demasiado tiempo y, como siempre, con resultados que estamos convencidos de que te seducirán.