1/11Está claro que lo más importante es el buen sabor de un plato, pero conseguir hacerlo atractivo y apetecible con una bonita presentación también cuenta. Y hay productos como la patata violeta que nos ayudan bastante.
Violeta, morada, vitelotte
Seguro que la has visto alguna una vez en el mercado: una patata con un bonito color púrpura que puede variar de tonalidad: desde más azul a casi negra, con estrías blanquecinas. Es bastante más cara que otras variedades de patata.
Se conoce con varios nombres: vitelotte, négresse, trufa de China o patata azul, morada, violeta o negra, entre otros. Su fina piel es morada y su carne violeta y, al existir diferentes variedades, las hay de distintas formas -redondas, alargadas u ovaladas- y tamaños. El color que tiene es por su contenido en antocianinas, un pigmento vegetal natural.
Se cree que su origen está en América del Sur aunque son los franceses quienes más las consumen.
Es de recolección tardía y tiene bastante almidón, sabe como el resto de patatas pero es más suave, con un ligero recuerdo a nueces, y tiene una textura más densa y terrosa.
Para conservarlas, se recomienda guardarlas tapadas en la nevera o en un lugar seco sin alteraciones de temperatura y siempre evitando que les de la luz.
¿Cuáles son las propiedades de la patata violeta para la salud?
Son ricas en antioxidantes y gracias a ellos ayudan a prevenir y combatir enfermedades cardiovasculares, el cáncer, el colesterol o la arterioesclerosis. Además, la patata violeta es una buena fuente de nutrientes como la vitamina C, ácido fólico, minerales, potasio, hierro y zinc, entre otros. Contribuyen a reducir la presión arterial, tienen propiedades antiinflamatorias y son ricas en fibra, por lo que ayudan a regular el tránsito intestinal.
Aunque debido a su alto contenido en almidón, las personas con diabetes y obesidad, deben moderar su consumo.
¿Cómo cocinar las patatas violetas?
Se pueden cocinar exactamente como el resto de patatas: asadas, hervidas, fritas... Y con ellas podemos elaborar todo tipo de recetas: cremas, purés, ensaladas, tortillas, guarniciones de lo más variadas, chips, asadas y rellenas... ¡hay cientos de posibilidades!
Nosotros te proponemos 10 formas diferentes de incorporar la patata violeta en la cocina.
Está claro que lo más importante es el buen sabor de un plato, pero conseguir hacerlo atractivo y apetecible con una bonita presentación también cuenta. Y hay productos como la patata violeta que nos ayudan bastante.
Violeta, morada, vitelotte
Seguro que la has visto alguna una vez en el mercado: una patata con un bonito color púrpura que puede variar de tonalidad: desde más azul a casi negra, con estrías blanquecinas. Es bastante más cara que otras variedades de patata.
Se conoce con varios nombres: vitelotte, négresse, trufa de China o patata azul, morada, violeta o negra, entre otros. Su fina piel es morada y su carne violeta y, al existir diferentes variedades, las hay de distintas formas -redondas, alargadas u ovaladas- y tamaños. El color que tiene es por su contenido en antocianinas, un pigmento vegetal natural.
Se cree que su origen está en América del Sur aunque son los franceses quienes más las consumen.
Es de recolección tardía y tiene bastante almidón, sabe como el resto de patatas pero es más suave, con un ligero recuerdo a nueces, y tiene una textura más densa y terrosa.
Para conservarlas, se recomienda guardarlas tapadas en la nevera o en un lugar seco sin alteraciones de temperatura y siempre evitando que les de la luz.
¿Cuáles son las propiedades de la patata violeta para la salud?
Son ricas en antioxidantes y gracias a ellos ayudan a prevenir y combatir enfermedades cardiovasculares, el cáncer, el colesterol o la arterioesclerosis. Además, la patata violeta es una buena fuente de nutrientes como la vitamina C, ácido fólico, minerales, potasio, hierro y zinc, entre otros. Contribuyen a reducir la presión arterial, tienen propiedades antiinflamatorias y son ricas en fibra, por lo que ayudan a regular el tránsito intestinal.
Aunque debido a su alto contenido en almidón, las personas con diabetes y obesidad, deben moderar su consumo.
¿Cómo cocinar las patatas violetas?
Se pueden cocinar exactamente como el resto de patatas: asadas, hervidas, fritas... Y con ellas podemos elaborar todo tipo de recetas: cremas, purés, ensaladas, tortillas, guarniciones de lo más variadas, chips, asadas y rellenas... ¡hay cientos de posibilidades!
Nosotros te proponemos 10 formas diferentes de incorporar la patata violeta en la cocina.