Realizada en platino, perlas y diamantes, debe su diseño a los tradicionales tocados rusos, los kokoshnick. Perteneció a la reina María Cristina, quien la usó por primera vez en 1906. Tras su muerte, la heredó su hijo, el rey Alfonso XIII, quien, a su vez, y con motivo de la boda de su hijo, don Juan, con doña María de las Mercedes, futuros Condes de Barcelona, se la regala a su nuera en 1935. La reina Letizia la lució por primera vez en noviembre de 2018, pero la rescató una vez más en 2021, durante un viaje de Estado a España del entonces presidente de la República Italiana.