Allí no se encontraban en ese momento los oficiales que buscaba, dado que no estaban de servicio. Ernesto de Hannover volvió al vehículo y se trasladó hasta una de las calles en la que dos policías vigilaban el tráfico. Al parecer, habría bajado la ventanilla, les habría insultado y las habría amenazado el bate que llevaba para minutos después abandonar el lugar