MARAVILLAS DESDE MI PANTALLA / 11
A casi mil kilómetros de la costa americana, aunque perteneciente a Ecuador, está el mayor paraíso natural del mundo para observar a la fauna. Un archipiélago volcánico formado por 14 islas principales, seis menores y unos cuarenta islotes desperdigados por el Pacífico donde sentir una verdadera conexión con la naturaleza. Y es que sobre las arenas de este privilegiado lugar alejado de la civilización en lugar de bañistas hay tortugas, leones marinos o iguanas que, al no percibir al hombre como una amenaza, se comportan con pasmosa naturalidad.
Declarado, casi en su totalidad, parque nacional, este laboratorio natural acoge tortugas gigantes, pingüinos, tiburones, focas, leones marinos y un sinfín de variedades de peces, entre otras muchas especies, muchas de ellas endémicas. El paisaje resulta tan fascinante que inspiró, en 1835, al por entonces joven naturalista Charles Darwin para dar forma a su teoría de la evolución. La Unesco lo ha incluido como Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera.