LA CASA DEL VOLCÁN
El punto de partida de la ruta debe ser, sin duda, la Casa del Volcán, en Tahíche, la sede de la Fundación César Manrique, que fue su propia casa. Edificada en un campo de lava aprovechando los huecos y recovecos que las burbujas volcánicas naturales habían creado, aquí empezaremos a entender la visión artística de Manrique, su empeño en mantener y proteger la arquitectura local. Él hizo ver a los isleños la grandeza de esta tierra, su valor, su ingenio, y, poco a poco, todos comenzaron a comprender el lugar tan especial donde vivían (fcmanrique.org).