SANTA FE, ALBURQUERQUE Y TAOS
Los indígenas Pueblo y sus ancestros habitan desde hace cinco siglos el territorio del Desierto Alto, que ahora forma parte del estado de Nuevo México. Las villas más pintorescas se encuentran en el valle del Río Grande y sus alrededores, que se pueden recorrer en compañía de guías locales para conocer más sobre la historia indígena local. Además del encanto colonial de Santa Fe y Albuquerque, con profundas raíces españolas, la aldea de Taos Pueblo conserva sus icónicas edificaciones antiguas de adobe, sin electricidad ni agua, algunas de hasta cinco alturas que parecen mimetizarse con las montañas cercanas. También impresiona Acoma Pueblo, la Ciudad del Cielo, una aldea construida sobre una colina de arenisca de 112 metros ocupada de forma ininterrumpida desde mediados del siglo XII, solo visitable con guías locales; o las Puye Cliff Dwellings, viviendas construidas en la escarpada pared de roca del Santa Clara Canyon, que se conservan prácticamente intactas a pesar del paso del tiempo.