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Durante estas últimas semanas, muchos rostros conocidos se han visto afectados por el COVID-19 y han utilizado las redes sociales para contar cómo ha sido su experiencia con este virus que se ha cobrado la vida de más de 110.000 personas en todo el mundo. Uno de ellos ha sido el periodista David Tejera, que ha hecho público un texto en el que relata cómo fueron los días que estuvo ingresado en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Bajo el título Crónica de un contagiado cualquiera, el que fuera pareja de la reina Letizia cuenta cómo empezó todo, cuando decidió ir al hospital porque no se encontraba bien y, tras hacerle una placa, le dijeron: "Tienes una mancha en los pulmones, te quedas ingresado".
"Entras en una gran sala de urgencias. Abarrotada. Es como las escenas de guerra. Cuerpos derrumbados en camas, sillones. Sufrimiento por metro cuadrado. Muchos tosen, otros tiritando, otros piden ayuda porque se ahogan, y otros se dejan caer, vencidos por la fiebre y el miedo", explica el expresentador de Cuatro y CNN sobre el panorama tan desolador del que fue testigo mientras esperaba a que le dieran una cama. "Planta 3, habitación 303. Ese será tu sitio (...) Estás agotado y ardiendo. Has perdido prácticamente la voz. Los pulmones no acompañan. Te han puesto suero. No comes".
Cuando ya llevaba una semana ingresado, se dio cuenta de que algo iba mal porque le costaba respirar y casi no podía pronunciar palabra. "Vamos a ponerte máscara de oxígeno, más potencia, no reaccionas como esperamos, si no mejoras te llevamos a la UCI. Todo está preparado y tienes plaza si hay que intubar'. Después, pudo sacar fuerzas para encender el móvil y encontrarse con "cientos de mensajes", aunque tan solo pudo responder a su mujer para decirle que estaba mejor y que estuviera tranquila. En su relato, David Tejera recuerda la situación tan crítica que se vivía en el hospital durante esos días: "Necesitan camas. Te puede la tentación y miras noticias en el móvil. Desolador. Fuera hay una guerra. Incluso ves algún nombre que ha caído. Te hunde y tienes que apagar".
Encontrándose un poco mejor y después de estar varios días sin fiebre y respirando bien, el presentador relata así el momento en el que por fin vio la luz: "Imposible explicar cómo se puede llorar por dentro mientras te cuentan medidas de aislamiento y medicación (...) No encuentras las palabras para agradecer lo que han hecho por ti, por ti por todos". Los médicos le informan de que se puede ir a casa y, aunque estaba feliz, no pudo evitar sentir "el miedo de llegar a casa", porque no quería contagiar a su familia. "Sólo quieres llegar a casa y no retroceder ni un palmo. Dormir".
Tras contar su experiencia, David ha recibido muchos mensajes de ánimo por parte de muchos seguidores, amigos y compañeros. "Pelos de punta. Ánimo, David", "Tremendo testimonio", "Una dosis de realidad aplastante", "Gracias por compartirlo, por enseñar la cara horrible de todo esto, solo vemos balcones cantando y arcoiris..., y esto es mucho más, dolor, sufrimiento, soledad", "Me he estremecido y emocionado con tu relato, con tu lucidez aun en las tinieblas. No sabes cuánto me alegro de que hayas salido de esta", "Desde el salón de mi casa me imaginaba el sufrimiento de los afectados pero tu relato ha sido el bofetón que devuelve a la realidad. Cuídate y disfruta de la familia", "Enhorabuena por recuperar tu salud y por el testimonio. Ojalá sirva para concienciar a muchos: personas, empresas, gobiernos..." o "Gracias por compartir la narrativa de estos días de tu vida. La fuerza e impecable capacidad de transmitir cómo has estado, cómo han estado otros, cómo siguen estando y cómo es la situación desde dentro", son algunos de los mensajes que le han mandando.
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