Pautas alimentarias para combatir el calor

Las altas temperaturas encienden nuestras alarmas y sabemos que beber agua es fundamental, pero ¿qué otros ingredientes pueden ayudarnos a sufrir un poco menos sus efectos?

Por Blanca García-Orea, dietista y nutricionista

La primera ola de calor nos sorprendía la semana pasada; un fenómeno meteorológico que, cada verano, se incrementa y vienen uno tras otro. Aunque puedes actuar de distintas formas para aminorar el calor externo, es fundamental mantener una hidratación correcta. El propio acto de comer tiene un efecto térmico por sí mismo, pero algunos alimentos, además de hidratarte, pueden ayudarte a combatir mucho mejor las altas temperaturas.

Beber agua es imprescindible, pero no es para nada nutritivo, con lo que es importante consumir alimentos que contribuyan a tener una buena hidratación al tiempo de nutrirnos. Es decir, productos que tengan un buen porcentaje de agua. Un buen ejemplo son las frutas y verduras de temporada, o algunos alimentos y condimentos que nos ayudan a la termorregulación a través del sudor y que pueden complementar esta acción. Algo tan importante merecía este listado.

Principales pautas para combatir el calor

 

  • Elige frutas y verduras que sean ricas en agua: la sandía es la reina de las frutas de temporada en este sentido, pues es la que más agua contiene. Junto a ella, el melón, la piña, melocotones, ciruelas, rábanos, tomates y la lechuga. Para consumirlas, puedes añadirle, incluso, una mayor cantidad de agua haciendo gazpachos, cortando trocitos de fruta y añadiéndolos a un pudding de chía (hidrata las semillas la noche anterior en agua), o guardando palitos de fruta en el congelador para que se conviertan en un helado saludable que funciona perfecto como merienda o snack.

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Paso a paso: naranjas heladas confitadas con chocolate

 

  • Toma frutos rojos y bayas: son ricos en antocianinas, unos pigmentos que les proporciona ese color y que, además, facilita la vasodilatación, favoreciendo que baje la temperatura corporal a través de la circulación, al distribuir mejor el flujo sanguíneo por los tejidos.
  • Añade pimientos picantes y guindillas: son ricos en capsaicina, un compuesto que también provoca una sudoración facial gustativa que, al evaporarse, puede refrescar.
  • Consume bebidas calientes: por ejemplo, un té. Fomentan la sudoración y, con ello, producen un efecto termorregulador importante que contrarresta los efectos de las altas temperaturas. Y te recomendamos la menta, ya que le mentol que contiene actúa sobre los receptores del frío de nuestras mucosas y, aunque no disminuye por sí sola la temperatura corporal, el cerebro sí lo interpreta como una señal de frío.
  • Disminuye el consumo de grasas y proteínas animales, así como los azúcares, que no favorecen en absoluto la disminución del calor corporal.
  • No tomes líquidos excesivamente fríos: aunque creas que pueden tener un efecto refrescante, al poco tiempo, tu cuerpo tendrá un efecto rebote propiciado por tu organismo, que busca contrarrestar el frío.

Por último, como siempre os comentamos, una alimentación saludable es lo que mejor nos puede ayudar a combatir mejor el calor. No te olvides de beber lo suficiente para mantener una buena hidratación y, cuando lo necesites, consume algo con sabor: una buena opción puede ser el agua saborizada con frambuesas, limón y menta o una limonada sin azúcar. Pero siempre caseras.