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Aunque a priori pueda parecer que las royals tienen un estilo más clásico y atemporal que las celebrities, lo cierto es que no son pocas las ocasiones en las que la barrera se ha desdibujado hasta el punto de llegar a coincidir con diseños exactos. Prueba de ello es, por ejemplo, la fuerte similitud entre los armarios de Kate Middleton y Sarah Jessica Parker, quienes, a pesar de contar con estéticas muy diferentes, han apostado varias veces por los mismos looks. Sin embargo, la última conexión de la duquesa de Cambridge no ha sido con la que interpretara a la inolvidable Carrie Bradshaw, sino con otra actriz de Hollywood que, al igual que SJP, protagonizó una de las series más famosas de finales de los 90: Jennifer Aniston.
La intérprete estadounidense fue al programa de Jimmy Kimmel en diciembre de 2018 con un potente estilismo protagonizado por un vestido de una de las firmas que más fuerte está pisando en los últimos años en cuanto a looks de invitada: The Vampire's Wife. Concretamente, se decantó por el modelo Falconetti, el que es uno de los diseños icónicos de la marca y que pertenece a su colección permanente, por lo que actualmente sigue estando a la venta en su página online por 1.595 libras (unos 1.779 euros). Pero ¿qué tiene esta pieza para haber conquistado a tantas mujeres en todo el mundo? Sin duda, de primeras lo más llamativo es su tela, una gasa de seda con acabado iridescente que aporta un aire festivo y sofisticado sin recurrir a las típicas lentejuelas o tejidos metalizados.
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Además, como hemos podido comprobar, se trata de una prenda que favorece a todo tipo de cuerpos, y es que sus hombros estructurados y su corte a la cintura provocan un efecto óptico de lo más estilizador. Las mangas transparentes y los volantes que rematan los bajos terminan de aportar esa estética rompedora que marca la diferencia. Mientras que Jennifer optó por la versión negra de este vestido, Kate prefirió la verde -sin duda, uno de sus colores preferidos- para rendir homenaje al lugar en el que se lo puso hace apenas dos semanas: Irlanda, también conocida como la Isla Esmeralda. La Duquesa lo combinó con salones a tono de Manolo Blahnik, cartera de mano brillante de Wilbur & Gussie y pendientes en clave XL de H&M.
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Sin embargo, Kate no fue la primera royal británica en optar por un vestido de fiesta de esta marca, y es que Beatriz de York ha dejado más que claro que es la fan número uno de la 'mujer del vampiro', a la que recurre en sus actos más especiales. El pasado 31 de agosto, la princesa asistía a la boda de su amiga Ellie Goulding con un diseño prácticamente idéntico al de Kate y Jennifer, aunque agregaba ciertos detalles aún más impactantes, como el doble volante en la falda midi o los adornos de tul de las mangas. Remató con salones cut out, bolso de mano verde y tocado tipo diadema decorado con maxiflores en relieve.
Otra de las mujeres que ha sucumbido ante esta creación es Alexa Chung, quien, fiel a su estilo, la combinó con medias de plumeti y salones con tiras en el empeine. Curosamente, la presentadora británica lo tiene tanto en verde como en fucsia, lo que deja claro que le encanta. También lo han lucido en distintas versiones Amber Heard, Kirsten Dunst, Felicity Jones, Natalie Portman, Chloë Moretz, Keira Knightley o Elisabeth Moss, entre otras muchas.
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