Aprende a hacer compota y otras conservas de fruta

Metemos bajo el mismo paraguas diferentes técnicas de cocina que llevan fruta como base. Te mostramos cómo hacer compota, pero también en qué se distingue de elaboraciones similares como la mermelada, la confitura, la jalea y el 'chutney'. Además, te ofrecemos una receta con cada una de ellas para que veas su aplicación práctica

Por Susana Baticón

A partir de fruta se pueden hacer infinitas elaboraciones dulces y saladas. Compota, mermelada, confitura, jalea y 'chutney' son sinónimos de azúcar y fruta -o en ocasiones también de verdura- y cocindiden en que nacieron como método de conservación para aprovechar los excedentes de las cosechas, pero no solamente, de ahí sus diferencias, que también estriban en sus distintos modos de preparación.

Te aconsejamos que los consumas de una forma moderada, especialmente si los compras industriales, porque contienen bastante azúcar. Los puedes hacer de forma artesana, en casa, y te sorprenderás con el delicioso resultado. Incluso, puedes optar por otros edulcorantes más saludables que el azúcar refinado o el azúcar moreno. Se les puede añadir ácido cítrico para prolongar su conservación y pectina líquida o en polvo, que es un componente natural, para aportarles una mayor consistencia.

Te explicamos en qué se diferencian cada uno de ellos y te ofrecemos 5 apetitosas recetas para que veas su aplicación práctica.

La compota

Empecemos por la compota y en cómo hacerla, paso a paso. No es otra cosa que fruta cocida, a la que se añade algo de azúcar o, incluso, nada. Es una técnica que se aplica, sobre todo, a frutas muy carnosas, como la manzana, la pera, las ciruelas, etc. Son preparaciones, las caseras, que se aconseja consumir lo antes posible ya que no tiene ningún conservante. Como el resto de elaboraciones, se pueden aromatizar con otros elementos como cítricos, canela, vainilla, etc.

El proceso básico para hacer una compota se compone de 5 sencillos pasos: 1.- Pela y trocea la fruta. 2.- Echa la fruta en una olla. 3.- Añade el azúcar, si le vas a poner, y cocina a fuego bajo. 4.- Cuando empiece a hervir, tapa, y deja cocer entre 30 y 40 minutos hasta que la fruta se ablande. 5.- Deja que se enfríe y consume rápidamente.

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La mermelada

Estamos también ante una fruta cocida en azúcar, pero con mayor cantidad que la compota -suele ser el mismo peso de una cosa que de otra, aunque no siempre-. Se pueden usar o bien piezas de fruta enteras, troceadas o, incluso, trituradas y, a veces, se maceran en azúcar previamente a la cocción. Cuando la mezcla alcanza los 105°C, el ácido y la pectina de la fruta reaccionan con el azúcar haciendo que al enfriarse quede algo más sólida la mezcla, aunque la textura de la mermelada es más líquida. Se puede triturar al final y/o dejar algunos trozos de fruta enteros.

El proceso básico para hacer una mermelada se compone de 5 sencillos pasos: 1.- Pela y trocea la fruta. 2.- Echa la fruta en una olla y añade el azúcar. 3.- Cocina a fuego medio durante 10 minutos y añade un poco de zumo de limón. 4.- Baja el fuego y cocina entre 30 y 45 minutos. 5.- Deja enfriar y mete en tarros de cristal.

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La confitura

Se trata de fruta cocida lentamente en un almíbar hecho con agua y azúcar. Suele llevar una proporción considerable de azúcar y su textura es más espesa, gelatinosa y consistente que la de la mermelada. La confitura puede hacer con la pulpa de la fruta troceada o en puré. Su sabor se puede realzar con especias, licor o vino, caramelo, etc. Para lograr la consistencia propia de las confituras, hay que mantener una temperatura constante.

El proceso básico para hacer una confitura se compone de 5 sencillos pasos: 1.- Puedes pelar -o no- y trocear la fruta o usarla triturada. 2.- Prepara un almíbar con agua y azúcar. 3.- Cuando lleve hirviendo 10 minutos, añade la fruta. 4.- Cocina a fuego medio durante otros 30 minutos. 5.- Puedes triturarla o no, deja enfriar y mete en tarros de cristal.

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La jalea

Es una especie de gelatina suave o gel que se elabora con zumo de frutas hervido con azúcar. Se utilizan para hacer jaleas frutas que tengan un alto contenido en pectina para lograr su consistencia gelatinosa o en su defecto pectina en polvo, la cáscara de algunas frutas o algún gelificante.

El proceso básico para hacer una confitura se compone de 5 sencillos pasos: 1.- Pela, corta y hierve la fruta en agua o usa directamente el zumo. 2.- Cuela la fruta y ponla a hervir. 3.- Añade azúcar (la misma cantidad que de líquido). 4.- Cocina al fuego unos 30 minutos hasta que se vaya solidificando. 5.- Incorpora e e integra un poco de pectina o gelatina para darle más consistencia. 

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El 'chutney'

Se trata de una especie de confitura agridulce que se elabora con fruta o verdura cocida en vinagre, con especias y azúcar moreno. Se usa, sobre todo, para acompañar otros platos y es una elaboración de origen británico, muy apreciado desde los días de la Compañía de las Indias Orientales y del Raj. Los ingleses usan el 'chutney' para acompañar tostadas, queso o carne fría, mientras que la cocina india lo usa como adobo o salsa para acompañar diferentes platos. Puede tener una textura fina y homogénea o presentar trozos, ser suaves o muy picantes -dependiendo de los condimentos que lleve- o elaborarse casi sin cocción o necesitar más de dos horas reduciéndose en el fuego.

El proceso básico para hacer un 'chutney' se compone de 5 sencillos pasos: 1.- Trocea la fruta o verdura elegidas y cuece  o rehoga hasta que esté ligeramente blanda. 2.- Añade especias como jengibre, clavo, mostaza, curry y guindilla o chile. 3.- Incorpora azúcar moreno y vinagre. 4.- Deja que hierva un par de minutos para que se evapore ligeramente. 5.- Cocina a fuego lento entre media hora y dos horas, según la consistencia que desees, y removiendo de vez en cuando, deja que se enfríe y mete en tarros de cristal.

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